TEATRO 4. LA TRADICION ITALIANA EN EL OESTE DE EUROPA
LA TRADICIÓN ITALIANA EN EL OESTE DE EUROPA (TEATRO 4).
Las ideas de Serlio se extienden por el Oeste de Europa, con diferentes variaciones, por autores como Galli-Bibienas, Torelli y Vigarani. Proyectos como el Whitehall Palace de la Corte Inglesa diseñado por Iñigo Jones y grandes teatros como construcciones temporales son aportaciones de este momento. El Redoutensaal en Bibiena, la transformación en la Corte de Hapsburg, y la Salla Vigaran de Máquinas en Versalles y el teatro Sala de Espectáculos de la Gran Ecurie (Caballerizas) son ejemplos de la conversión de grandes espacios rectangulares en teatros.
Los Galli Bibienas.
Los Galli Bibienas son una familia de decoradores y arquitectos teatrales, únicos en la historia del Oeste europeo. Aunque su verdadero apellido era Galli, utilizan el de Bibiena, su ciudad natal como nombre con el que eran conocidos. Tres generaciones que van desde 1680 a 1780 han desarrollado las técnicas italianas de decoración y los métodos escenográficos de ingeniería y diseño del teatro a través de Europa desde Barcelona a San Petesburgo y desde Nápoles a Estocolmo. Ricos patronos, emperadores, duques, hombres de iglesia y comerciantes del momento posterior a la Contra Reforma, llegando hasta la Ilustración. Jugaron un papel decisivo no solamente llevando el teatro de la corte a la perfección, sino creando un teatro moderno público. Con sus esfuerzos, el musical italiano se convirtió en un espectáculo visual. Sus aportaciones a la decoración de la escena y a la maquinaria teatral constituyen un puente entre el diseño del teatro barroco temporal y las construcciones permanentes.
Ferdinando María Galli da Bibbiena (1657 – 1743) era arquitecto y escenógrafo. Giuseppe es conocido por su proyecto para la Opera de Bayreuth (1748) construida sobre una estructura diseñada por otro arquitecto. Es un teatro que representa el punto culminante de los teatros de corte diseñados a la manera italo-germánica en contraste con el rococó francés de Munich. Antonio dedicó treinta años de su vida a viajar a lo largo y ancho de Italia. Diseñó un conjunto de teatros como el Teatro comunal de Bolonia (1756-1763) o el teatro de Mantua (1773-1775). Un teatro diseñado con la intención de lograr unas condiciones acústicas ideales que sigue la forma de campana para tratar de conseguir un tono especialmente bello. Teatros en los que las formas curvas resuelven la planta de los edificios y sus secciones tienen una decoración exuberante que quiere crear interiores espectaculares repletos de detalles ornamentales. Teatros que dan buena muestra del interés de la representación que se va haciendo presente en los ambientes de la nobleza especialmente.
La tradición inglesa y alemana.
Las formas de hacer heredadas de la tradición italiana se extienden a Inglaterra y Alemania. Christopher Wren (1632-1723) es conocido por su reconstrucción de las iglesias de Londres tras el gran incendio de 1666 donde diseñó la catedral de San Pablo de Londres. Curiosa trayectoria profesional que le lleva a estudiar Astronomía y a ser reconocido como uno de los científicos brillantes de la época. Su primer proyecto arquitectónico fue el Teatro Sheldonian, que aún se puede ver en Oxford. La sala con capacidad para 1.000 personas tiene una cúpula de forma octogonal, con grandes ventanales en todos sus lados. Una utilización de formas clásicas que se trasladan al espacio teatral. En la sala se estrenó en 1733, el tercer oratorio de Haendel, Athalia.
Francois Cuvillés, arquitecto, nacido en Francia en 1695 murió en Munich en 1768. Aprendió de su maestro Jacques Francois Blondel en Paris y trató de adaptar el rococó francés a la estética alemana del siglo XVIII. En 1734 diseñó el Pabellón de Amalienburg en Nymphemburg. Su obra más conocida, de estilo rococó bávaro, es el teatro de la corte de Múnich que se conoce como Teatro Cuvillés en su honor.
Comentarios sobre el diseño de los teatros nos llegan de la mano de Algarotti, diplomático y crítico y buen conocedor de la arquitectura del momento. Patronos como Federico el Grande y amigos como Voltaire dan una idea de la personalidad de Algarotti. En uno de sus libros dedica un capítulo a la construcción de teatros con comentarios críticos sobre la decoración de los mismos y recomendaciones sobre el control de la acústica de los edificios.
La tradición del teatro italiano en Francia.
El mayor impulso al diseño del teatro llega de Italia a Francia donde una corte borbónica, en la que el teatro simbolizaba la glorificación de la monarquía absoluta, promueve las escenas y diferentes actividades de esparcimiento. Gabrielle Pierre Martin Dumont, profesor de arquitectura y académico, publicaba en 1774 en Paris un estudio de las más bellas salas de espectáculos de Francia e Italia. Para él la Sala de Espectáculos debe estar basada en la planta y sección del barroco italiano. Dibuja una sala circular con cubierta de cúpula que resultó un auténtico fracaso acústico.
Andrés Jacques Roubo, arquitecto y grabador, diseñó una gran sala en la que se podían representar toda clase de espectáculos: dramas, opera, ballet, conciertos. Estudia los sistemas de seguridad de acceso de las personas y protección contra el fuego. Justifica su diseño basado en los clásicos. El interés por las condiciones generales de los edificios teatrales avanza junto a una dedicación intensa al estudio de las formas. El proyecto de Roubo es un curioso antecedente de esas salas multiusos que llegarán en el siglo XX a numerosos lugares.
Pierre Patte arquitecto y autor de un ensayo titulado Arquitectura teatral (1782) es probablemente el principal ensayista francés de este siglo sobre el diseño del teatro. Estudia de forma detallada los problemas de visión y acústica en el teatro llegando a la conclusión de que la planta elíptica es la que mejor satisface las necesidades de estas instalaciones. De hecho la experiencia ha demostrado que las formas cóncavas funcionan bien para el sonido al conseguir que la reverberación incida en puntos comunes. Arquitectos como Jacques Ange Gabriel, George Sanders y Benjamin Bean Wyatt trabajaron en el diseño de teatros o en la elaboración de estudios sobre los mismos. Wyatt y Sander trabajan en el rediseño del teatro Real, Drury Lane (1811).
Momentos en los que junto al estudio de las formas de la sala, las decoraciones y acabados, empiezan a cobrar importancia las condiciones de seguridad, accesos, control de incendios y sobre todo las condiciones de visibilidad y acústica. Chevalier Noverre escribe un pequeño escrito sobre las arte y sobre la danza en particular. Visita teatros de Italia, Alemania, Inglaterra y Francia sobre los que comenta que no conoce ninguno en el que sus defectos no superen a su belleza. Y acaba diciendo: Si alguien me consultara sobre la construcción de un teatro, le recomendaría, en primer lugar y sobre todo, no sacrificar la belleza del arte a esas cosas esenciales para el disfrute de la escena y la seguridad del público.