IH 29 PATRIMONIO INDUSTRIAL EN «NUEVA FORMA»

PATRIMONIO INDUSTRIAL EN “NUEVA FORMA”.

El patrimonio industrial ha entrado a formar parte de la reflexión sobre el patrimonio histórico en fechas recientes. En 1978 nacía el TICCHIC (The International Committee for the conservation of the industrial Heritage) y en 1999 INCUNA (Industria Cultura Naturaleza). El año 2005 El Docomomo Ibérico publicaba La arquitectura de la industria 1925-1965 con un registro de 160 edificios del patrimonio industrial y el TICCIH ponía en marcha la exposición y publicación de 100 elementos del Patrimonio industrial que se habían seleccionado desde las diferentes comunidades autónomas. Diferentes revistas de arquitectura abordan en las últimas décadas del siglo XX la producción de la arquitectura industrial desde una visión claramente objetual pero importante por situar en un primer plano el valor de este patrimonio. AV publicaba el 2016 un número 182 sobre la arquitectura industrial. Por ello resulta especialmente interesante, en una mirada retrospectiva recordar las aproximaciones y valoraciones que una revista como Nueva Forma ha realizado a este patrimonio a lo largo de sus años de existencia, años atrás.

 

Bilbao. 1968.1969.

El 2018 se publicaba el libro Fullaondo y la revista Nueva Forma que analiza el papel de la revista de arte, arquitectura y urbanismo Nueva Forma en la historiografía de la arquitectura española del siglo XX, tesis doctoral de Lucía C. Pérez Moreno. 16 números y 35 artículos analizan la realidad del patrimonio industrial. El número 32 estudiaba la obra de Torroja con el título Torroja, pionero de la arquitectura moderna que analizaba su trabajo como arquitecto e ingeniero. Proyectos de los hangares de Torrejón y Cuatro Vientos y el depósito de Sido Bernoussi.

Uno de los temas tratados intensamente en la revista Nueva Forma es el de la ciudad de Bilbao y todo su entorno provincial, al que dedica cuatro números. El número 35 de diciembre de 1968 dedicaba una parte al muelle de Churruca, su puerto exterior y el rompeolas. Y el número 37 de febrero de 1969 abordaba en un artículo la revolución industrial en Bilbao y su incidencia en la ciudad. Junto a ello cuadros sobre la ingeniería y la industria en el siglo XIX.

En enero de 1969 el número 36 de la revista publicaba la fábrica Firestone de Burgos de los arquitectos Francisco Hurtado Saracho y Eugenio Aguinaga y el proyecto del salto de Aldeadávila de 1963 de los arquitectos Hurtado Saracho y Chapa Galíndez con esculturas de Pablo Serrano. Completaba el número el proyecto de los comedores de la fábrica Babcock y Wilcox de arquitecto Álvaro Libano.

 

Casto Fernández Shaw.

La presencia de Fernández Shaw abarca dos números importantes de la revista. En marzo de 1969 un número dedicado al futurismo (38) presentaba los proyectos de la gasolinera de Madrid de 1927, la gasolinera de la carretera de Aragón, el proyecto de ciudad aerostática, el proyecto del concurso del aeropuerto de Barajas, la estación de enlace y el proyecto del salto del Carpio (1922) que se acompañaba con un poema de Gabino Alejandro Carriedo. Proyectos para la Generals Motors y el proyecto del salto del Encinarejo.

El número 45 de la revista, de octubre de 1969 volvía a presentar la obra de Fernández Shaw con los proyectos de la ciudad helicoidal de 1951 o el proyecto de aeropuerto de 1929, el salto del Carpio de 1922 y la estación central de enlace de 1933.

En junio de ese año (número 41 de la revista) el dedicado a Fisac recogía sus obras para los laboratorios Jorba, Alter y Made. A Fisac le dedica varios números monográficos que recogen  sus obras relacionadas con la industria farmacéutica.

Alberto del Palacio Elisagüe.

Ya en diciembre de 1970 la revista recogía el proyecto de la Fábrica de Burgos de Peña Ganchegui de 1965. El número 53 de 1970 presentaba el proyecto de la fábrica textil de hilados Godó y Trias de Federico Correa y la fábrica de embutidos Postigo de Segovia de Francisco de Inza.

Y en febrero de 1971 un número doble (60-61) dedicado a la obra de Alberto del Palacio Elisagüe con el proyecto de la estación de Atocha, textos de Antonio Fernández Alba y Juan Daniel Fullaondo. Junto a este proyecto el de la fábrica de lámparas Osram de 1919. Se presentaba el puente trasbordador y el sistema Palacio. Artículos que analizaban su obra desde la visión formal y desde sus aportaciones de cálculo estructural. “Viendo las gentes el ímpetu ascensional del Puente Colgante y la suma de ingenios, cálculos, artilugios de que se hacía acompañar ALBERTO DEL PALACIO, repetían a coro: políglota”.

Y junto a ello un espléndido texto de Santiago Amon titulado Universo y poética de Alberto del Palacio. “Mientras el arte cultiva l’intimisme o se adhiere a las viejas fórmulas aún fija en el pasado, la industria adelanta y explora lo desconocido. No es en los estudios de los pintores y escultores donde la revolución desde tanto tiempo esperada se prepara ¡es en las fábricas ¡Una serie de textos sugerentes: “Cuando un gigante conversa con un trapecista, termina por reconocer: alto dignatario”. “Cuando un ingeniero universal analiza los cálculos de otro ingeniero universal profiere: arquitecto”.  “La extraordinaria belleza inserta en las obras de los ingenieros se basa precisamente en la ausencia de cualquier conocimiento de sus propias posibilidades artísticas al igual que ocurría con los creadores de las bellas catedrales, que no se daban entera cuenta del esplendor de sus creaciones”.

Todo un número en el que con la obra de Alberto del Palacio Elisagüe como referencia se analizan los valores que supone la presencia de la industrialización en los cambios de modelos formales y en la llegada de nuevas propuestas. En junio de ese mismo año el número 63 publicaba el proyecto de los laboratorios Asland de Higueras y Miró y el número doble de agosto de 1971 hablaba de la industrialización de la vivienda.

Joyce, Frustración y collage. 1972 y final en 1975.

El número 82 de Nueva Forma llevaba por título Joyce con un artículo interior titulado Frustración y collage y reunía una serie de imágenes de los fotógrafos Bernard y Hilla Bercher con dibujos de Steinberg y fragmentos de Joyce. Un número especialmente atractivo por la documentación que presentaba y que ofrecía una imagen de la realidad industrial con la fuerza de sus formas y la calidad de las fotografías y dibujos.

Las espléndidas fotografías de Bernard y Hilla Bercher sobre artefactos industriales presentaban el atractivo de formas singulares, de escalas diferentes y de elementos con referencias particulares que, aislados, situados en el marco artificial de la imagen fotográfica resultaban especialmente atractivos. Los Bercher fotografían series de edificios industriales con pautas especiales. Durante más de 50 años han recorrido plantas industriales de Alemania, Inglaterra, Bélgica, Francia o EE.UU. Todo su trabajo es en blanco y negro.  Y junto a ellos dibujos de Saul Steinberg (1914-1999), caricaturista e ilustrador estadounidense de origen rumano. Se definía a sí mismo como un “escritor que dibuja.» La revista recoge dibujos en los que contrasta la realidad industrial con las ciudades que dibuja.

En diciembre de este mismo año el número dedicado a Martorell, Bohigas y Mckay presentaba el proyecto de un bloque para pequeñas industrias en la calle Pedro IV de Barcelona realizado entre 1964 y 1965. El número 105 recogía los proyectos de los talleres aeronáuticos de Barajas (Madrid 1957-59) y el proyecto de la central lechera Clesa (Madrid 1959)

Nueva Forma terminaba su trayectoria en julio de 1975 con la publicación del número 111. Una trayectoria singular en la que la arquitectura industrial ha estado presente de forma especialmente intensa sobre todo desde 1968 hasta sus momentos finales.