PATRIMONIO GEOLOGICO

El patrimonio geológico se define como el conjunto de recursos naturales no renovables de valor científico, cultural o educativo, ya sean formaciones y estructuras geológicas, formas del terreno o yacimientos paleontológicos y mineralógicos, que permitan reconocer, estudiar e interpretar la evolución de la historia geológica de la Tierra y los procesos que la han modelado. Ya en 1991 la declaración internacional de Digne reclamaba la atención a este patrimonio cuando decía: el pasado de la Tierra no es menos importante que el pasado de la Humanidad. Es hora ya de que ésta aprenda a conocerlo; es una memoria anterior a la memoria del Hombre y un nuevo patrimonio: el patrimonio geológico.

La geología.

El territoriotiene su estructura inicial en la geología que lo define. La geología es la base de las formaciones que conforman este amplio espacio que llamamos territorio. Formaciones de tiempos diversos que han sufrido trasformaciones esenciales que estudia la Geodinámica interna y otras modificaciones posteriores debidas a los agentes atmosféricos y a los cambios climáticos. La Estratigrafía estudia los tiempos de esta geología, los momentos en que cada una de sus capas se ha formado y los denomina en una secuencia cronológica que va reconociendo cada momento de su formación. Pero tiempos de millones de años. El Cámbrico, periodo perteneciente al Paleozoico se sitúa entre los 541 y 481 millones de años, por ejemplo. El Silúrico que le sigue dentro del Paleozoico entre los 444 y los 419 millones de años abriendo la puerta del Devónico. Periodos asociados a determinadas formas de desarrollo que nos permiten identificarlos en muy diferentes localizaciones. Pero tiempos que, por su escala y dimensión, se escapan a los de la vida humana y por ello la geología como base del territorio aparece como una unidad atemporal que sirve de base a otros elementos.

Pero estructuras asociadas a sistemas de formación, a determinadas orogenias que han conformado estructuras tectónicas singulares, con elementos que les confieren su singularidad. Formaciones montañosas, fracturas de sinclinales y anticlinales, fallas, movimientos tectónicos diversos conforman ya de por sí paisajes, muchos de ellos especialmente singulares y atractivos por sus formas. Estructuras que tienen sistemas de datación con las modernas técnicas y que nos permiten reconocer las formaciones que les dieron lugar en sus orígenes

Estructuras y tiempos.

Las estructuras geológicas con la fuerza de sus formaciones y las grandes trasformaciones de orogenias y movimientos globales tienen una posterior trasformación debida a los agentes climáticos esencialmente. El viento, el aire, el agua modifican y alteran la geología en procesos de erosión que tienen también largos tiempos, pero mucho menores en comparación con los tiempos geológicos. Procesos de modificación del territorio que dejan importantes huellas en cada espacio y que reconocemos como resultado de dichas trasformaciones.

De esta realidad dan cuenta los mapas geológicos, dibujos que con colores asociados a cada período geológico nos enseñan los lugares en los que cada uno de ellos se hace visible. Mapas que presentan columnas estratigráficas de las secuencias temporales de ese territorio, de los movimientos de sus estratos con buzamientos, señalamiento de fallas o movimientos del terreno. Los grandes indicadores del tiempo en ese espacio son los fósiles, restos de la vida que se desarrolló en otro momento que han quedado convertidos en piedra como recuerdos y memoria de esos momentos.

La Paleontología estudia estos restos fósiles en procesos de tiempos y metodologías confusos. Una ciencia que se confunde, en muchas ocasiones, con la Arqueología con quien comparte algunos de sus métodos, pero contenidos claramente diferenciados. De hecho, en las legislaciones patrimoniales la referencia a la paleontología aparece solamente asociada a la actividad humana cuando hay restos anteriores a esta presencia o englobada dentro de la idea de espacios naturales. Los yacimientos paleontológicos son excepcionales almacenes de la memoria de la vida animal en otros momentos y referentes del paso del tiempo, de la cronología de hábitats y medios naturales de otras épocas geológicas.

Inventario y protección.

En 1978 el Instituto Geológico y Minero de España iniciaba el Inventario de Puntos de Interés Geológico, proyecto al que se han sumado algunas comunidades autónomas desarrollando sus trabajos de diferente interés y calidad. En España, en 1989 la ley de conservación de los espacios naturales y de la flora y fauna silvestre daba un impulso a la protección del patrimonio geológico. De hecho, en las dos categorías en las que se clasifican los espacios naturales hay claras referencias al patrimonio geológico. Cuando define los Parques, una de las razones para su reconocimiento está en la belleza de sus formaciones geomorfológicas que además poseen valores ecológicos, educativos y científicos. Y de la misma forma cuando define Monumentos Naturales cita las formaciones geológicas, los yacimientos paleontológicos y otros elementos de la gea de carácter singular o de valor científico, cultural o paisajístico.

Cuando el Instituto Geológico y minero desarrolla el Inventario de Puntos de Interés Geológico define estos como áreas que muestran una o varias características consideradas de importancia dentro de la historia geológica de una región natural. Los Puntos de Interés Geológico son considerados en los países más avanzados como una parte del patrimonio cultural. Un primer intento de clasificar y proteger un patrimonio presente en numerosos lugares de nuestro territorio.

Un Geositio, o Lugar de Interés Geológico (LIG), es un área que forma parte del patrimonio geológico de una región natural por mostrar, de manera continua en el espacio, una o varias características consideradas de importancia en la historia geológica de la misma. En Castilla-La Mancha hay geositios en Albacete en el estrecho del Hocino, el pitón volcánico de Cancarix, la sierra de Cabras y el saladar de Agramón. En la provincia de Ciudad Real el parque natural de Cabañeros, el parque natural del Valle de Alcudia y sierra Madrona, el complejo lagunar de Alcázar de san Juan, las navas de Malagón, los castillejos volcánicos de la Bienvenida, la laguna volcánica de Michos, la laguna de la Alberquilla, la laguna y volcán de la Posadilla, el volcán del cerro de los Santos y el Maar de Hoya Cervera. En Toledo son especialmente atractivas las barrancas de Castrejón y Calaña.

Ciudad Real tiene, entre otros valores geológicos el territorio volcánico estudiado por el grupo Geovol de la Universidad de Castilla-La Mancha, un territorio a conservar y proteger como parte esencial de nuestro patrimonio cultural. Espacios que son parte primordial de nuestra realidad cultural y que debemos conservar y valorar. La inclusión de este territorio como geositio reconocido por la Unesco sería un importante avance en la valoración de este patrimonio geológico.