MIGUEL FISAC: MOBILIARIO

ARQUITECTURA Y MOBILIARIO.

Los arquitectos han diseñado a lo largo de la historia diferentes muebles que se han incorporado a la historia de sus edificios o han adquirido vida propia y su presencia se ha repetido en diferentes construcciones como símbolos de modernidad.

Los muebles de Miguel Fisac.

Miguel Fisac realiza a lo largo de su trayectoria profesional cerca de cuatrocientos proyectos de arquitectura. Y para muchos de ellos diseña el mobiliario de algunos de sus espacios. Mobiliario dedicado a edificios docentes y religiosos donde no sólo proyecta los muebles en sentido estricto, sino los elementos del culto litúrgico. Y finalmente, un conjunto de muebles, sillas y mesas fundamentalmente, que introduce en algunos de sus proyectos a lo largo de los años. Una voluntad de controlar el diseño de los mínimos detalles del proyecto, especialmente en su primera etapa en la que diseña de forma minuciosa cada elemento que va a integrar el edificio.

La biografía de Miguel Fisac de la Real Academia de la Historia dice: “La actividad arquitectónica de Fisac estaba complementada por dos ocupaciones paralelas: la de diseñador de muebles, especialmente en la década de 1950 y primeros años de la de 1960, con logros magníficos como los creados para la librería del CSIC en Madrid, y la butaca Toro, ambas de 1950, o sus famosas patas de gallina, de 1959, para la Compañía Trasmediterránea; y su labor como paisajista, que reflejó en el estudio del entorno de sus obras, que proyectaba en un estilo inglés acorde con su moderna arquitectura, y le llevó a ser el presidente de la Asociación Española de Paisajistas”.

Sobre todo, en sus primeros proyectos y ante la falta de mobiliario en el mercado español, decide diseñar hasta los mínimos detalles de los elementos del edificio: muebles, lámparas y picaportes de las puertas. Sus primeras actuaciones siguen los criterios de una arquitectura clasicista que realiza en el salón de actos del CSIC en la calle Medinaceli o en el edificio central del CSIC que ha proyectado con Fernández Vallespín.

Pero en el edificio del Instituto de Óptica Daza Valdés ya comienza un nuevo lenguaje que introduce en el espacio de la cafetería donde diseña sus muebles y acabados. Un lenguaje que, después de sus viajes por toda Europa en 1949 va a quedar reflejado en la librería del CSIC. Posteriormente serán los diseños de mobiliario independiente que va introduciendo en diferentes proyectos.

Mobiliario de Fisac.

En el libro publicado sobre los muebles de Fisac se realiza un recorrido por su obra en este ámbito desde diferentes perspectivas. Un conjunto de muebles diseñados pensados en edificios concretos. Es el caso de los muebles escolares que proyecta en su primera etapa con estudios anatómicos de cientos de alumnos para definir la mejor solución de diseño. Y sobre todo el cuidado de los muebles que forman parte de sus edificios religiosos en los que junto a la sobriedad de la arquitectura se hacen presentes elementos de una geometría radical que quiere dialogar con la arquitectura de forma discreta y cuidadosa.  Y así en la iglesia de los dominicos de Alcobendas diseña hasta 19 elementos que incluyen bancos, atriles, el espacio del coro para los religiosos dominicos y otras piezas. Y ello en colaboración con excelentes profesionales como son los hermanos Larragueta que dirigen una carpintería que cuida la madera y la ejecución de sus muebles.

Posteriormente, muebles con autonomía suficiente para integrarse en diferentes proyectos. Desde la silla Toro, esa silla de apenas 35 cms de altura que proyecta para la Fundación Goerres a diferentes muebles con estructuras de madera que utilizará en diferentes ocasiones. Un mobiliario en el que el material es elemento esencial y por ello cuida sus dimensiones, las secciones de las partes estructurales y la de aquellas que son elementos accesorios. Y trata la madera con el cuidado de hacer visible su estructura y su conformación. En 1950 en los muebles para la librería del CSIC Fisac utilizó simplemente madera de pino “desalburizada”, según su propia expresión, tratada con cal para resaltar la veta y rascada para eliminar la cal y tapizadas con tela de un tono similar, realizada por Clara Savó en su telar artesanal. Sistema que repetirá en diferentes ocasiones como en los muebles que diseña para el pabellón de Ciudad Real en la feria del Campo en 1953.

La silla pata de gallina.

Uno de sus diseños más conocidos es el denominado silla pata de gallina. Una base de soporte que patentó en 1960. Pero el diseño ya se había utilizado anteriormente como hace en 1958 en el Salón de plenos de la Diputación provincial. La patente española es de 1960 y en ella se decía: La flexibilidad es lograda merced al material empleado, a su construcción en sí y a la estudiada curvatura que se da a las patas. La duración y eficacia es porque el citado elemento, de construcción metálica en su totalidad, posee una estructura que implica la imposibilidad de rotura y la seguridad y capacidad del soporte.

Consiste el elemento soporte en un nudo metálico de forma de prisma cuadrado o rectangular y de aristas achaflanadas que tiene como elementos complementarios, dos perfiles en forma de T en los que se sujeta el nudo por dos lados, y cuatro patas formadas por cuadradillos de acero flexibles que van soldadas por un extremo al nudo en su interior y a las que se les ha dado en el otro una curvatura idónea. Un elemento que sirve de soporte para sillas, sillones mesas e incluso armarios

En 1962 recibía la carta de Antonio García Hidalgo con el membrete Domus-Córdoba, Antonio García Hidalgo y Rafael García con Knoll International en la que le informaba de la propuesta de su silla para un trasatlántico. “Tengo el gusto de dirigirme a Vd., sin conocerle personalmente, aunque varias veces hemos estado a punto de ser presentados por nuestro común amigo Rafael de la Hoz, para informarle de que he escogido para varias instalaciones navales que tengo adjudicadas su Silla (Mod. Fisac).

Concretamente he decidido su modelo para el Comedor de lujo del “Ciudad de Buenos Aires” Trasatlántico para Argentina (350 sillas) y para los Salones y Bares del Buque “92” (aún sin nombre) que Elcano construye para los Estados Unidos (200 sillas). La única razón que ha motivado esta decisión mía es la de mi total identificación con su referido modelo, y lo único que siento es que por causas funcionales y económicas me ha sido imposible introducir su modelo de mesa para las mencionadas instalaciones”.

Libro Miguel Fisac: Mobiliario.

La Fundación Fisac, con la ayuda del Colegio de Arquitectos de Castilla-La Mancha y sus cinco demarcaciones ha publicado ahora un libro que recoge esta faceta del arquitecto. Recorridos por sus proyectos, planos y dibujos del mobiliario, así como su inserción en diferentes edificios.

DIEGO PERIS SÁNCHEZ