LAS TALAVERAS

Recorrer las Calles de Puebla de los Ángeles en Méjico es encontrarse con numerosas fachadas revestidas de “talaveras”. Una tradición que hace siglos se llevó desde España a Méjico y se ha conservado con ingredientes y valores comunes. Y en España la posibilidad de llegar a un espacio revestido de las cerámicas de Talavera es muy frecuente. En Ciudad Real, la fuente talaverana es un espacio central del parque de Gasset y el puente de Talavera en la plaza de España de Sevilla son dos ejemplos ampliamente conocidos. Muchas calles de Madrid tienen las señales de los nombres con placas de cerámica de Talavera igual que restaurantes y bares de la zona central de Madrid tienen revestimientos de cerámica talaverana.

Patrimonio de la Humanidad.

Ahora la técnica cerámica de Talavera de la Reina y El Puente del Arzobispo ha sido incluida en la lista del Patrimonio Inmaterial de la Unesco. Una propuesta impulsada por la Asociación Tierras de Cerámica. Una propuesta de una candidatura internacional conjunta de España y México denominada ‘Procesos artesanales para la elaboración de la “talavera” de Puebla y Tlaxcala (México) y de la cerámica artística de Talavera de la Reina y El Puente del Arzobispo (España)’. Un proceso que alcanzó un gran desarrollo a partir del siglo XVI con la tecnología y una tradición viva desde esa época que se conserva desde hace cinco siglos y mantiene activos todavía hoy más de cuarenta talleres en las dos localidades toledanas. El éxito de la loza talaverana se extendió por toda la península ibérica y llegó a México en el siglo XVI.

La evolución de las técnicas y el desarrollo diferenciado de la producción de esta cerámica en ambos países no ha impedido que el proceso de elaboración, esmaltado y decorado, conserve el mismo patrón que en sus orígenes. La arcilla que se utiliza para las piezas sale del barro de las canteras a orillas del Tajo. Antes se pisaba el barro y se eliminaban las impurezas de forma manual, ahora se le saca el aire con máquinas de vacío y después, se cuece a 1.110 grados. De este paso sale el bizcocho que se deja secar muy despacio antes de sumergirla en un esmalte vítreo que será el color del fondo que en Puente es verde y en Talavera azul cobalto. De nuevo en el horno a unos 950 grados queda fijado el color.

La ciudad de Talavera de la Reina.

La cerámica se convierte en elemento importante en edificios de la ciudad donde se fabrica. Dos ejemplos importantes de ello pueden ser la Basílica de Nuestra Señora del Prado y el Teatro Vitoria. El teatro Victoria fue proyectado por el arquitecto Vicente Sáenz Vallejo padre del arquitecto Francisco Javier Sáenz de Oiza. El proyecto de 1914 se denomina Victoria en homenaje a la hija del promotor. Cuando lo adquirió la familia Moro se llamó Teatro Mariana en homenaje a Juan de Mariana. Ahora, rehabilitado dentro del plan de recuperación de teatros de la Junta de Comunidades, sigue presentando en las enjutas de los huecos y en los remates de los jarrones de la cornisa superior las cerámicas del taller de Ruiz de Luna que singularizan su fachada.

El otro espacio singular de Talavera de la Reina es la basílica de Nuestra Señora del Prado con un programa iconográfico que llena el edificio en numerosas partes y le da un carácter peculiar. El edificio renacentista del XVI es la parte más antigua del templo actual.  En 1649 bajo la dirección de fray Lorenzo de san Nicolás se construyó la cúpula que define la imagen general del edificio. Reformado tras la invasión francesa y restaurado en diferentes momentos, en 1989 el papa Juan Pablo II concedió a la ermita la dignidad de Basílica Menor. La cerámica del edificio tiene elementos que van desde el siglo XVI al XX y ocupan numerosas partes de la basílica a las que confieren una especial calidad. Las piezas de los zócalos de las naves laterales son del siglo XVI son especialmente interesantes. En el lado del Evangelio, los azulejos representan la genealogía de Cristo, mientras que en lado de la Epístola se representan escenas de la vida de la Virgen. Hay paneles, del siglo XVI que proceden de la desaparecida iglesia de San Antón. Un gran retablo de cerámica decora el lado derecho de la capilla mayor. Una presencia que pone de manifiesto la relación de la religiosidad con la artesanía de la localidad.

Del Rectorado de la UCLM al palacio del marqués de santa Cruz.

En Ciudad Real diferentes edificios tienen la presencia de la cerámica talaverana. Uno de ellos es el de la Casa de la Caridad impulsada por Lorenzana y convertida en cuartel durante décadas, actualmente sede del Rectorado de la Universidad de Castilla-La Mancha. El vestíbulo de la entrada tiene un zócalo del taller de Ruiz de Luna con escenas militares que se asociaban al carácter del edificio que fue mucho tiempo cuartel de artillería. Sobre una base geométrica una banda superior representa diferentes escenas de armamento. En la escalera que sube a la planta superior una imagen de santa Bárbara, también patrona de los artilleros.

El palacio del marqués de santa Cruz del Viso del Marqués es una obra de especial calidad arquitectónica construido por don Álvaro de Bazán entre 1564 y 1588 siguiendo modelos del cinquecento italiano. La placa de cerámica de Ruiz de Luna presenta al fundador del edificio con una descripción de sus actividades en diferentes batallas. En unos bancos del jardín los azulejos, representan desfiles de soldados, arcabuceros y lanceros de los ejércitos de Felipe II. Estas imágenes son copias casi exactas de un panel del pórtico principal de la Basílica de Nuestra Señora del Prado de Talavera de la Reina. Los azulejos de la basílica están atribuidos a Juan Fernández, hacia 1580 y los del Viso del Marqués debieron utilizar grabados de la época para reproducir aquí estas imágenes. Un detalle peculiar es que en los soldados de los jardines del Viso se añade su nombre en la cabeza: Rodrigo de Cervantes, Lope de Vega, Virués, Marqués de Oquendo, Pérez de Herrara…

Ejemplos que muestran cómo los procesos artesanales y la cerámica artística de Talavera y Puente del Arzobispo están presentes en numerosos lugares de nuestro país. Piezas de cerámica para usos domésticos, para espacios religiosos, ambientes nobles y actividades tradicionales nos informan de recorridos de la cultura en diferentes épocas en las que se mantiene la presencia de una técnica singular, especialmente cuidada en las dos poblaciones toledanas y exportada a Méjico. La reciente exposición A tempora recorría seis mil años de cerámica en Castilla-La Mancha presentaba una excelente muestra de más de 1200 obras en lugares como la iglesia de santa Catalina, el museo Ruiz de Luna, el antiguo Hospital de la Misericordia y el Claustro de la colegiata de Santa María la Mayor la Colegial. Una muestra de la presencia de la cerámica en diferentes ámbitos de la vida.

Los talaveranos reconocen las dificultades de una competencia de producciones industriales. Dicen que quizá les ha faltado marketing, como el que supo hacer el maestro Ruiz de Luna en Talavera y en Puente, Pedro de la Cal, cuyas familias continúan con el trabajo de la cerámica de calidad. El reconocimiento como patrimonio inmaterial de la Humanidad debe ser un nuevo impulso a esta cerámica, especialmente en caminos de calidad de la producción y de sus diseños.