IH3 LA CIUDAD DE LOS AZOGUEROS (ALMADEN 2)
Las minas de Almadén están unidas a la ciudad por múltiples razones. En primer lugar porque la población vivía del trabajo de las minas. Los 2.500 trabajadores que aparecen reseñados a lo largo de décadas conforman el núcleo básico de la población y sus familias viven del recurso que representa la mina. Y por otra parte, la realidad física de la ciudad se ha estructurado teniendo como punto de partida la ubicación de la mina y las infraestructuras que se han creado, dependientes de la misma.
La ciudad de Almadén.
El dibujo de Jussieu, de 1719 del cerco de Buitrones presenta un conjunto de edificios que van conformando una estructura urbana en el entorno de la mina. El dibujo realizado por el ilustrador mejicano José A. Alzate y Ramírez, del Cerco de Buitrones de Almadén, basado en el de Jussieu presenta esta misma realidad. De la segunda mitad del siglo XVIII es el plano de F. Cruz que presenta el Plano y perspectiva geométrica de la villa de Almadén. Hay ya una estructura urbana de forma lineal con sus ejes viarios ordenados y relacionados con las comunicaciones con el entorno próximo. Cuando Madoz describe la ciudad a mediados del siglo XIX presenta su estructura organizada por cuatro plazas y dos plazuelas. La plaza de la Constitución triangular con el ayuntamiento y la ermita de san Juan, la plaza de la Feria, la plaza Nueva cubierta y bien construida con la plaza de toros y la Factoría y una cuarta plaza llamada del Barranco donde se están construyendo casas nuevas y en la que se sitúa una máquina de prensa para introducir materiales por el pozo de San Miguel
La población de Almadén, creada en torno a una bocamina y sobre un camino de comunicación con la región, está asentada sobre una estrecha y alargada colina a la que hay que añadir los bancos y plataformas artificiales producto de la acumulación de escorias durante siglos. Población que nunca perdió su interdependencia entre campo-ciudad característica de muchos centros mineros desde su fundación… Y, se configura sobre los caminos de Córdoba, Ciudad Real y Chillón, llevando este último hasta Badajoz. Constituida por una calle principal que la vertebra, con recorrido desde la mina hasta la salida al valle, en su parte antigua la población está compuesta por otras dos calles que, formando una especie de huso, confluyen en la parte alta al castillo, al pie del cual se encuentra la bocamina de San Teodoro y en la parte baja a la plaza triangular del Ayuntamiento, formada por el bivio de la ermita de San Juan. Pero esta calle se prolonga hasta la Plaza Nueva, en la cual se encuentra el edificio hexagonal de la antigua plaza de Toros y el derribado edificio de La Factoría, antiguos depósitos y economato de las minas.
Junto a la estructura minera e industrial han ido surgiendo una serie de construcciones e infraestructuras para servicio de las personas que trabajan en el conjunto. Cerca del recinto de san Teodoro estaban las “Casas de la Superintendencia” máxima autoridad local de las Minas y la “Casa Academia” o escuela de minería. En el otro extremo de la población se encontraba la Real Factoría, espacio destinado a los animales de tiro, mulas y bueyes que se empleaban en el malacate y en las carretas que trasportaban el mineral desde el brocal de los pozos al cerco de fundición. En esta zona estaban también las “casas del hospital” un conjunto de 24 viviendas para trabajadores forasteros dispuestas en forma de polígono hexagonal cuyo perímetro delimitaba la plaza de toros. Las minas tenían también un presidio, la Real Cárcel de Forzados, próxima al Hospital donde estaban los galeotes condenados a trabajar en Almadén. Hoy en día, al quedar la mina sin uso, se ha rehabilitado en una gran parte de las galerías para permitir su visita, se ha rehabilitado el hospital, la plaza de toros y se han regenerado las escombreras.
Las edificaciones singulares de la ciudad.
La Academia de minas se creó por Orden de 14 de julio de 1777 y por Real Cédula del Rey Carlos III, para la enseñanza de la Geometría Subterránea y Mineralogía, siendo ésta la primera Escuela de Minas de España y la cuarta del mundo. La Plaza de Toros tiene un trazado peculiar, de forma hexagonal, y está considerada como una de las plazas de toros más antigua de España, construida a partir de 1752. La construcción originaria de la Plaza de Toros de Almadén, está relacionada con la construcción del Real Hospital de Mineros de San Rafael. En la plaza vivían unas 200 personas desde 1755. Se ha restaurado el espacio de la plaza y se han recuperado las viviendas para una instalación hotelera.
El Real Hospital Minero de San Rafael, fue construido entre 1755 y 1773. La actividad en las minas causaba numerosas enfermedades de difícil tratamiento y graves consecuencias. Se fundó en 1752 por el superintendente Francisco Javier de Villegas y es uno de los primeros hospitales en España que contó con una asistencia profesionalizada de acuerdo con los ideales del movimiento sanitario ilustrado. La Cárcel de forzados según Madoz era el mejor edificio de Almadén, de grandes dimensiones pues desde la época de los Fúcares hasta 1801 eran los presos los que realizaban la mayor parte del trabajo duro. Sobre el espacio que ocupaba la cárcel se levantó en 1973 la actual Escuela Técnica de Minas. Recientemente se ha rehabilitado una pequeña zona de la cárcel que se conservaba llena de escombros documentando así esta realidad dentro del conjunto educativo. Zonas con estructuras de mampostería y curiosos sistemas de evacuación de aguas para recoger la abundancia de aguas pluviales que bajaban desde la ladera.
La estructura urbana de Almadén rodea la instalación minera y crea una ciudad en su entorno que vive de la mina y cuya estructura urbanística viene condicionada por su realidad. Una estructura con construcciones singulares relacionadas con la actividad de la mina, que se desarrolla sobre una zona ligeramente elevada sobre el entorno y cuyos puntos centrales están definidos por la realidad de la mina y las infraestructuras que surgen de ella. El cese de la actividad minera ha tenido importantes efectos económicos y sociales en la ciudad. Almadén que llegó a tener más de 10.000 habitantes pasó de 9.722 en 1981 a 6.175 en el 2010.
Y junto a la estructura urbana surgida de la actividad minera, una relación singular con el territorio. La producción de azogue para su traslado a Méjico y Perú requería una infraestructura de trasporte. El azogue se envasaba en baldeses de cuero para llevarlo en carretas hasta Sevilla. El camino iba desde Almadén a Azuaga y allí se diversificaba en tres alternativas. En un entorno más próximo el camino que comunicaba Almadén y Almadenejos cobró importancia a lo largo del siglo XVIII.
El paisaje de Almadén es un paisaje rico y complejo. Es en primer lugar el paisaje de las minas, un paisaje interior de excavaciones de galerías y túneles que busca el cinabrio para extraerlo a la superficie. Almadén es también el paisaje urbano de una ciudad que ha surgido de los valores de la mina. Y es también el paisaje de un territorio de una belleza singular. Almadén ha conservado su patrimonio histórico a lo largo de siglos y ha rehabilitado muchos de sus elementos en los últimos años. La declaración como patrimonio de la Humanidad exige continuar con ese esfuerzo completando actuaciones necesarias y potenciando su vida, ahora, desde la perspectiva del turismo y del medioambiente y e nuevos desarrollos económicos.
DIEGO PERIS SANCHEZ