IH7 UN TESORO DEL PATRIMONIO INDUSTRIAL EN “LAS LABORES”

            El Espacio expositivo que se encuentra en las instalaciones de la empresa Pernod-Ricard es un ámbito de especial interés del patrimonio industrial de Castilla-La Mancha por la calidad de los materiales que conserva, la etapa de instalación de los mismos y la forma en que se ha producido la instalación. Un gran contenedor industrial con la imagen de una nave más del conjunto de producción actual, en cuyo interior se ha conservado gran parte de la maquinaria y de la arquitectura de la antigua Larios de Manzanares principalmente.

El jaraíz.

            El acceso al conjunto por el vestíbulo de entrada deja la visión del espacio general que se va enterrando a cotas inferiores para conseguir una gran altura en el conjunto del espacio expositivo. En uno de sus extremos se localiza el jaraíz, del que se ha trasladado su cubierta de madera con las tejas superiores y toda su maquinaria. La estructura de las cerchas de madera y cubierta es especialmente atractiva en el remate final donde la estructura metálica que acompaña a la madera tiene una serie de tensores y piezas de fundición de gran interés por su modo de construcción y su funcionamiento estructural. Y en su interior las piezas de funcionamiento de la maquinaria desde la llegada de la uva, la subida por correas de trasmisión y los mecanismos de madera que permitían el funcionamiento de esta área de trabajo. Un fragmento de arquitectura de 28 metros de largo por 11 de ancho que nos traslada al interior de la antigua bodega. Las poleas, las correas de trasmisión y los ejes de las piezas perfectamente engranados ponen en funcionamiento la instalación que comienza a moverse como lo hizo hace décadas. A su lado muchas de las prensas de madera que muestran como se iba produciendo la acción de la presión para conseguir exprimir las uvas de su interior.

            En el gran espacio diáfano de la nave se sitúan las máquinas conservadas, pintadas con los colores didácticos que nos enseñan su forma de actuar. Los alambiques para la destilación, las columnas de destilación con sus acabados de cobre reluciente se sitúan a punto de comenzar a destilar las uvas de la Mancha que llegaban a sus instalaciones para producir la ginebra Larios. A la entrada al conjunto carros para el trasporte con las cubas que conservan las inscripciones de la bodega originaria de Jimenez Lamothe. En la gran sala una doble altura conserva dos grandes tinas de madera con aparatos como el generador eléctrico, primero de los que producían la energía necesaria para las instalaciones. Una de las grandes tinas conserva en su inscripción el recuerdo a tres de los trabajadores que murieron en 1904 trabajando en ella como testimonio no sólo de las máquinas, sino también de las personas que desarrollaron su actividad en estas instalaciones.

 

Las tinas de madera y las tinajas de barro

            Y al lado de estos elementos,  parte de la bodega con las grandes tinajas de barro, la cubierta de madera originaria, las filas de tinajas con sus sujeciones de madera, sus pasarelas y sus barandillas tenues de madera para poder recorrer la parte superior, controlar la fermentación y la elaboración del vino. Tinajas que llevan inscritas los anagramas de la empresa de ese momento: una figura alada con el rótulo Trade Mark, 7410 litros y el número de la tinaja. Una zona con una anchura singular en estas instalaciones bodegueras de algo más de 10 metros y cerchas con secciones ligeras que se repiten a intervalos de 1 metros albergando en esta zona un conjunto de 21 tinajas. Las mismas cerchas de otra zona de la bodega forman el techo de una zona noble del conjunto destinada a sala de reuniones.

            Una zona en la que la luz tenue matizada por la cubierta de madera con la cobertura superior de teja deja un espacio similar al de muchas de nuestras bodegas de siglos pasados. Las espléndidas tinajas de barro realizadas en Villarrobledo, las pasarelas y la cubierta superior nos trasladan al espacio de la bodega tradicional de la Mancha.

            En el nivel inferior del recorrido, un espacio que tiene la doble altura de la arquitectura original con pilares de fundición soportando una pasarela perimetral donde se sitúan los grandes depósitos metálicos de color rojo intenso. Un espacio de 10×15 metros con una cubierta de cerchas de madera en cuyo interior se sitúa la estructura de gruesos pilares de fundición pintados en color blanco. Las barandillas ornamentadas de la planta superior dejan ver los grandes depósitos con la inscripción Trade mark en una cinta que rodea el pájaro que extiende sus alas. Debajo el rótulo RN1 hasta el octavo de los elementos que se han conservado en este espacio.

            La secuencia de escaleras que va bajando a los cada uno de los tres niveles va permitiendo visiones generales del conjunto y de los espacios singulares de su interior. El gran espacio del conjunto con su altura singular y la cubierta con celosía que oculta las cerchas de la nave y tamizan su luz contrasta con los espacios menores creados en su interior para las áreas especiales. Las máquinas, con sus colores vivos, el pavimento de color anaranjado, el brillo de las piezas de cobre, la madera de los toneles, las grandes bocas circulares, de colores vivos de las calderas producidas cerca de Manchester y de las estructuras de madera, establecen un juego de contrastes de piezas, texturas y colores que enriquecen el espacio donde se sitúan.

 

La memoria de los documentos.

            En el espacio de su lateral de entrada al nivel de la calle se ha colocado una de las mesas y sillas del despacho de la zona administrativa, muebles para la documentación, cartas y papeles del uso diario de la empresa. Y en las mesas las piezas de vidrio de los laboratorios de control y análisis de la calidad del producto. En las paredes, en cuadros, las etiquetas de cada época con los nombres de Jiménez Lamothe , Larios y las imágenes que dan testimonio de la sensibilidad de cada momento. Etiquetas de Jimenez Lamothe con el Pedro Ximenez, el Jerez Pálido o el Oporto blanco.  Etiquetas de Larios SA con Jimenez Lamothe conjuntamente, o el Old Málaga fino sobre la ondulante bandera española. Litografías en las que el tenue grabado sobre la piedra permitía la impresión de etiquetas y material gráfico. Manifestaciones gráficas, modelos también del diseño y la sensibilidad de otras épocas.

            El conjunto del espacio expositivo y sus materiales es uno de los tesoros del patrimonio industrial de Castilla-La Mancha. Un tesoro valorado, conservado y apreciado por las personas que lo hicieron posible y lo mantienen con un cuidado exquisito como Gerardo o Luis. Un tesoro que se enriquecerá con la presencia de nuevos visitantes que aprendan de sus fondos, de la forma de presentación de los mismos, empezando a valorar la realidad producida por la industria, por el trabajo de décadas, por las tecnologías ya superadas que fueron pioneras en su momento para la producción cualificada y sobre todo por el trabajo de las personas que lo hicieron posible.