IH 22 EL PARQUE MINERO DE ALMADÉN

malacate grandeEL PARQUE MINERO DE ALMADEN.

            Almadén ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad el 30 de junio de 2012, en San Petersburgo por la UNESCO. Un reconocimiento merecido por muy diversas razones. Una instalación minera singular en la extracción del cinabrio, una producción del mercurio que conserva tecnologías de diferentes siglos, una relación con países americanos de gran interés, un proceso de gestión y explotación con etapas y situaciones personales muy diversas y un paisaje natural y un entorno geológico y geográfico de especial belleza. Pero la mina ha terminado su actividad y la producción del mercurio ya no se realiza. ¿Qué hacer con estas instalaciones de gran valor patrimonial?

El Parque minero de Almadén.

            En marzo de 1982 se creó la empresa Minas de Almadén y Arrayanes (MAYASA) como heredera del Organismo Autónomo denominado Consejo de Administración de Minas de Almadén y Arrayanes. La actividad principal de MAYASA se centra en el fomento de proyectos industriales, turísticos y culturales e implantación de iniciativas para el desarrollo de proyectos de investigación y de nuevas tecnologías relacionadas con el mercurio y otros metales potencialmente tóxicos. También realiza la explotación agrícola y ganadera de sus fincas rústicas, así como actividades de recuperación y mantenimiento del patrimonio histórico de la compañía y rehabilitación medioambiental de su entorno. La empresa trataba de amortiguar el efecto negativo que para el empleo y la actividad económica de la comarca tenía la caída de producción de la mina y su cierre definitivo.

La rehabilitación del patrimonio industrial ha sido una de las actividades prioritarias de Mayasa con inversiones importantes en la zona para esta finalidad. Este proceso se inicia con la rehabilitación de algunos edificios, pero se concreta, de manera global, en el Plan Director de las Minas de Almadén, que establece las acciones necesarias para recuperar las labores e instalaciones minero-metalúrgicas con el fin de crear el Parque Minero de Almadén.

Un esfuerzo que ha mantenido en pie las principales edificaciones del conjunto, ha implantado nuevos usos relacionados con un acercamiento cultural a estas infraestructuras y ha permitido conservar los elementos más significativos de la historia de la mina y del proceso de producción del mercurio.

Un recorrido en el tiempo.

El Parque minero tiene un Centro de recepción de visitantes que cumple las funciones que un museo moderno debe tener: zona de entrada, explicación general del contenido de las instalaciones, maquetas generales y zona de cafetería. Desde allí se hacen visibles las antiguas zonas de la sala de máquinas del pozo San Aquilino, el castillete del pozo de San Teodoro y diferentes edificios de almacenes y maquinaria-

En el Centro de interpretación, antiguo edificio de compresores,  un recorrido histórico por las diferentes formas de trabajo en la mina que han ido cambiando a lo largo de los siglos. Procesos de trabajo diferentes, mecanismos utilizados de muy diversa naturaleza y por ello formas de trabajar claramente distintas. Los planos, herramientas, grabados de época y textos informan de cómo ha sido la evolución de la instalación minera en sus diferentes épocas. Una buena información antes de bajar a la mina. El pozo de San Teodoro se ha reconvertido en el núcleo de comunicaciones verticales para bajar a la mina a un nivel de cincuenta metros bajo el nivel del terreno.

El recorrido de la mina.

El camino que se sigue en la mina permite darse una idea de cómo se realizaban los trabajos en cada momento. Las galerías y túneles excavados en cada ápoca con las entibaciones, las protecciones de los trabajadores y la forma de extraer el mineral y el agua que inundaba las galerías se hace diferente con las técnicas de cada momento. El recorrido por la galería con una iluminación tenue de emergencia da una idea de la realidad de la dura extracción del cinabrio. Espacios singulares en el recorrido con los refuerzos y entibaciones de las galerías o los pozos para la subida del mineral.

Y en el centro de ese recorrido ese espacio de grandes dimensiones que es el baritel de San Andrés construido en la primera mitad del siglo XVIII, con su impresionante mecanismo de madera en el que el trabajo de los animales permitía una rentabilidad del trabajo mucho mayor. Una estructura reproducida, sobre modelos de otras similares que es elemento importante para dar idea de este espacio singular de 13 metros de altura. En algún momento del recorrido se hace visible la luz del exterior, introduciendo el aire renovado en las galerías, dada la topografía del lugar y permitiendo, en la actualidad, unas adecuadas condiciones de seguridad para la evacuación. El recorrido por la mina termina con el camino en el tren que nos lleva al exterior a la zona de los modernos hornos Pacific.

El mercurio y los hornos Bustamante.

Desde esta zona se baja por el exterior al espacio donde estaba el Almacén del mercurio convertido ahora en un Museo del Mercurio. Un edificio que funcionó como almacén hasta 2003 y que ahora es el lugar que muestra de forma didáctica las características de un líquido singular como es el mercurio con propiedades especiales. Diferentes experimentos didácticos para que los visitantes puedan entender esta realidad. Maquetas de las diferentes instalaciones para la obtención del mercurio a partir del cinabrio en cada una de las etapas de producción del conjunto de instalaciones.

Y en el exterior una de las joyas del patrimonio industrial conservadas en este complejo como son los hornos Bustamante, una sencilla instalación a base de vasijas con forma singular que unidas unas a otras permitía la obtención del mercurio. Los hornos han sido restaurados y se conservan en perfectas condiciones. En uno de los extremos del cerco que rodeaba el conjunto, la puerta de Carlos IV, también restaurada y conservada como parte principal del cerramiento exterior, signo de la importancia del conjunto minero industrial de Almadén.

La recuperación y rehabilitación del conjunto de Almadén permite conservar y mantener un patrimonio industrial de singular importancia. Sobre todo permite hacer visitable y comprensible para muchas personas el sentido que tuvieron en su momento esta ciudad minera que desde la base de las minas y la explotación del mercurio creó una ciudad en su entorno con elementos singulares como el Hospital de Mineros, la plaza de Toros, La Academia de Minas o la cárcel de forzados. Un complejo con siglos de historia que ahora se abre a una actividad turística para conservar el legado y mantener la actividad económica de la zona. Personas como Julia, hija y nieta de mineros enseñan a los visitantes estas instalaciones con el orgullo de un patrimonio valioso. Patrimonio que nuevas publicaciones como las de Javier Carrasco sobre la historia reciente de las minas de Almadén contribuyen a divulgar. Almadén, patrimonio de la humanidad, tiene unas espléndidas posibilidades para dar a conocer y acercar a todo el mundo ese patrimonio de siglos y el Parque minero de Almadén es un excelente instrumento para ello.