IH 20 MINA DIOGENES

351 mina diogenes g   MINA DIOGENES.

            La ruina tiene su especial atractivo como espacio de recuerdo, de memoria y de testimonio del trabajo de otras épocas. Desde diferentes posturas se ha reivindicado su conservación como imagen de un tiempo desaparecido que no es posible recuperar. Lo cierto es que la abundante actividad industrial de determinados momentos ha dejado instalaciones y espacios abandonados en numerosos lugares. La minería ha sido una de esas actividades que deja numerosos paisajes del olvido en diferentes localizaciones. En Ciudad Real, una de ellas es Mina Diógenes al norte de Solana del Pino

Los orígenes de la actividad minera.

            La mina Diógenes de plomo argentífero como todas las del Valle de Alcudia, fue trabajada por los romanos hasta el nivel de las aguas y se han encontrado candiles y ánforas, alguno de los cuales han podido reconstruirse cuando comienzan los trabajos en 1940. La estadística Geológica y Minera de 1940 decía: Durante el año estuvieron en actividad, las minas «Victoria Eugenia» y «Guerrita», en el término de Mestanza, ambas de plomo, con producción de 270 y 197 toneladas y obreros 40 y 22, respectivamente. Se está procediendo a la preparación y desagüe de la mina «Diógenes», también de plomo, en La Solana del Pino; se ha efectuado la instalación exterior del pozo número 1 y 3, compuesto  de servicio de extracción, desagüe y perforación; también se procede a la reparación de- edificios. Se proyecta la instalación de un magnífico lavadero por flotación, que está en construcción y quedará ultimado en el año próximo de 1941, en que se supone empezarán los trabajos.

                La mina comienza a trabajar de forma intensa, en este momento, dependiendo de la empresa Sociedad Minero Metalúrgica de Peñarroya. Y la Estadística Minera de España de 1946 decía: Respecto a las minas metálicas, han continuado en actividad las labores en las minas María, de manganeso; Loulik y Ana Mary, de antimonio, y Diógenes, Hermnegilda y Guerrita, de plomo. El fluido necesario es suministrado por una línea eléctrica de 200 metros de longitud, derivada a 30.000 voltios, de la línea que desde la central de Calatrava conduce la energía a la mina Diógenes. La fuerza requerida es de 200 kilovatios, pero para asegurar posibles ampliaciones se han instalado dos transformadores de 125 kilovatios cada uno. Se utiliza un compresor eléctrico portátil para producir el aire necesario para la perforación, conservando en reserva otro Flotman de 100 caballos, también eléctrico. Se han instalado los servicios auxiliares necesarios ventilación, talleres, etc., y una central móvil de 1.000 kilovatios para atender las necesidades de energía en el período inicial de construcciones, y hasta tanto se disponga de la central térmica, de 50.000 kilovatios, que deberá asumir todo el consumo requerido por el conjunto de las instalaciones proyectadas por la Empresa en el centro industrial de Puertollano. Una vinculación que la empresa propietaria establece en toda la comarca con sus diferentes actividades.

La explotación de la mina en pleno desarrollo.

            En 1946 la mina Diógenes está en pleno desarrollo. Es la explotación más importante que existe en el Valle -de Alcudia, por comprender un filón de plomo muy rico en plata, y reconocido en gran longitud, dice la estadística minera de ese año. La distancia que existe entre los dos pozos practicados, números 1 y  3  es de 900 metros, y a poniente del primero de estos pozos han pasado las labores de los 660 metros de longitud. La máxima profundidad alcanzada es de 343 metros. Obtenida mediante un contrapozo desde el nivel 303, avanzando a un lado y otro 60 metros. Se han practicado diversas labores en el año, principalmente en el nivel superior, a 200 metros de profundidad, y la producción obtenida ha sido de 34.630 toneladas brutas, equivalentes, a 2.259 toneladas de mineral vendible, con una ley de 71 por 100 de plomo, 1.820 gramos en plata y 3,5 por 100 de antimonio. No es posible consignar cifras que expresen las posibles reservas, dadas las grandes variaciones que se presentan en las características de estos filones; sin embargo, se estima con fundamento que existen a la vista 9.000 toneladas de mineral vendible, otras 2.000 probables y 4.000 posibles. Se han probado en el curso del año dos calderines verticales para el aire comprimido, utilizado en los servicios interiores de perforación, además de otros dos horizontales y otro más instalado en el foso de la máquina de extracción del contrapozo para accionar su freno, y que consiste en un cabestrante Pinette de dos tambores, dos cilindros y 18 caballos. El mineral obtenido se lleva a otros lugares para su beneficio.

            En 1950 sigue siendo  la mina más importante del Distrito en producción de galena, y se explota por su propietaria, la Sociedad de Peñarroya, en término de –Solana del Pino. Su producción en el año ha sido de 2.060 toneladas de galena, de ley oscilante, según tamaño, entre el 65 y 74 por 100 de plomo, y de 1.600 a 2.100 kilogramos de plata en tonelada. El año inmediato anterior se obtuvieron 2.176 toneladas de galena. Se registra, por tanto, una baja de 116 toneladas. Las reservas de mineral a la vista han aumentado en 2.000 toneladas, debido a los reconocimientos practicados en la galería Gesto del nivel 200, siendo en la actualidad de 10.000 toneladas a la vista y de 1.200 por debajo de la cota proyectada; en total, 11.200 toneladas. El tratamiento de las tierras se verifica en el lavadero instalado junto al pozo de extracción número 1. El plomo y sobre todo la plata tienen una buena rentabilidad para la empresa. Sin embargo las difíciles comunicaciones encarecen grandemente su explotación. Seguirán años de explotación en los que la actividad va languideciendo poco a poco y el mineral va siendo cada día más escaso.

Paisajes del olvido.

            Años después las minas serán abandonadas y poco a poco sus instalaciones se van quedando olvidadas y la ruina va llegando con el paso del tiempo. El espacio, con el paisaje impresionante del entorno sigue teniendo el atractivo de los lugares que han perdido su uso y ahora quedan como esculturas en el paisaje, como formas de arte del territorio. Las estructuras que perduran con el paso del tiempo, las formas y construcciones que se conservan y resisten el paso de los años, sin uso actual, sin conservación  ni mantenimiento dan testimonio del trabajo de otros tiempos, de la actividad de extracción de un mineral que se llevaba a otros lugares para aprovechar el plomo y la plata que se extraía. Formas en el paisaje que ahora no se reconocen por su uso ya perdido, como volúmenes abstractos de una geometría sin función.

            En Solana del Pino, en la calle Mina Diógenes, una placa recuerda esta instalación  y a todas las personas que trabajaron en ella. Esta calle ha sido inaugurada el 1 de mayo de 2009 a los treinta años del cierre de la mina. Esta placa se hace en honor de todas las personas que estuvieron vinculadas a ella. Pero muy especialmente de los mineros que dejaron su salud y su vida en sus entrañas.