EL ESPACIO RELIGIOSO DE MIGUEL FISAC
ESPACIO RELIGIOSO DE MIGUEL FISAC.
La obra religiosa de Miguel Fisac.
Miguel Fisac Serna, nació en Daimiel en 1913, estudió arquitectura en Madrid, carrera que termina en 1942, formando parte de lo que Fullaondo llama la “primera generación” de la renovación de la arquitectura española. Un arquitecto con una trayectoria intensa en lo personal, en lo profesional y en la forma de desarrollar su trabajo. Desde 1936 integró en el Opus Dei y participó en el grupo inicial de la organización, con el fundador José María Escrivá de Balaguer con quien reside durante años en un piso de la calle Ferraz.
La arquitectura religiosa en la obra de Miguel Fisac tiene una importancia singular por razones personales y profesionales. Para Miguel la religiosidad va desde su particular sentimiento de creencia, a su pertenencia al Opus Dei (desde 1936 a 1955), el abandono de la Obra y su vinculación con la iglesia en diferentes ámbitos. Desde el punto de vista profesional, su obra religiosa es una excelente oportunidad de experimentar con el espacio y los materiales.
La historia de España y de la iglesia.
Una obra que evoluciona, dentro de las condiciones sociales, políticas y religiosas del país, que van experimentando cambios muy significativos en las diferentes décadas. El dilatado trayecto de Miguel Fisac se orquesta aquí en tres movimientos, unidos a la tríada renacentista vis-cupiditas-amor (fuerza, ambición, amor) y elegidos para que el diálogo entre naturaleza e historia permita transitar por las tres etapas de su obra, asociadas a los órganos, los huesos y las pieles, en tres períodos de la vida española: la autarquía de los años 40 y 50, el desarrollo de los 60 y la transición de los 70 y 80. Así presentaba Luis Fernández Galiano la obra de Fisac en el Congreso que la Fundación Fisac organizó en Almagro en Octubre de 2007. La obra de Miguel está imbuida de su vivencia personal, de su forma singular de vivir la religiosidad. Pero está también íntimamente influenciada por la realidad histórica de nuestro país y de la evolución del pensamiento y la vida de la iglesia española. Y junto a ello todo un proceso de búsqueda de materiales y diseños constructivos.
El espacio religioso de Miguel Fisac.
Explicar su trayectoria, su obra y su evolución personal en la arquitectura religiosa ha sido una oportunidad especial por contar con el material que se conserva en la Fundación Fisac de Ciudad Real. Planos, fotografías de época de cada una de sus obras, proyectos, bocetos y escritos personales son un material que nos permite acercarnos a la obra de Miguel Fisac de una forma rigurosa analizando todos sus proyectos en este campo. Y eso es lo que hacemos en el libro El espacio religioso de Miguel Fisac que la editorial Serendipia de Ciudad Real ha publicado.
En este estudio hemos diferenciado cuatro etapas en la obra religiosa de Miguel Fisac en las que cambian sus planteamientos arquitectónicos y se modifican sustancialmente las condiciones del contexto. La primera de ellas que incluye el inicio de su trabajo en la capilla del Espíritu Santo y las dos obras que proyecta en España para los dominicos en Valladolid (1952) y en Alcobendas (1955). Una segunda etapa, preconciliar, pero en la que se empiezan a producir cambios sustanciales en la concepción del espacio religioso, con el proyecto para el concurso de la iglesia de San Florián en Viena de 1956, la iglesia de Ayamonte en Huelva de 1957, la de Nuestra Señora de la Coronación en Vitoria (1958), el concurso para Cuenca (1959) y el de la iglesia en Canfranc en Huesca (1964).
La llegada del Vaticano II.
En 1965 con la terminación del Concilio Vaticano II llegaban también a España aires de cambio en la liturgia que tendrán su reflejo en la arquitectura de los templos de esas décadas. La obra de Miguel Fisac en la construcción de espacios religiosos sigue un camino en el que tiene una importante incidencia los cambios que se van produciendo en la mentalidad de la iglesia respecto de las celebraciones litúrgicas y el templo como lugar de reunión para la vida de la comunidad. A partir de 1965 hay un momento de gran interés en la obra de Fisac con la construcción de la iglesia parroquial de Santa Ana, en el barrio de Moratalaz, del Centro parroquial de Santa María Magdalena en Santamarca en Madrid, del Colegio de la Asunción (Cuestas Blancas) en Madrid, el complejo de Santa Cruz en la Coruña en 1966 y la ermita de Guadalix de la Sierra en 1969. Este momento cierra la producción de las grandes obras religiosas de Fisac y de sus principales aportaciones a la concepción del espacio religioso.
Los años posteriores serán décadas de producción reducida, con obras de pequeñas dimensiones como la iglesia de Aldea del Fresno (1976), proyectos de restauraciones de diferentes iglesias especialmente en la provincia de Ciudad Real y el Complejo parroquial de Nuestra Señora de Altamira para los carmelitas en Madrid en 1983, la iglesia parroquial de Pumarejo de Tera en la provincia de Zamora en 1984 y la de la urbanización Torre Guil de Murcia en 1991. Pequeñas obras realizadas con una dedicación personal intensa, pero alejadas de las grandes concepciones de momentos anteriores tanto en su escala como en sus propuestas constructivas y formales.
El recorrido por la concepción del espacio religioso para Miguel Fisac es un camino de renovada búsqueda en la definición de una arquitectura que ha cambiado en las décadas en las que desarrolla su actividad más intensa que va desde 1945 a 1966. Edificios de diferente configuración: iglesias conventuales o complejos parroquiales especialmente. Veinte años de actividad intensa con edificios de una alta calidad que suponen una aportación de gran interés a la arquitectura religiosa española de estas décadas. Ahora es posible seguir esa trayectoria con los planos, imágenes y textos del libro El espacio religioso de Miguel Fisac que presenta Serendipia Editorial.