CR 23 EL ANDAMIO AZUL

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EL ANDAMIO AZUL ETERNO.

Uno vive entre gente pomposa. Hay quien habla

del arquitrabe y sus problemas

lo mismo que si fuera primo suyo

muy cercano, además.

Pues bien, parece ser que el arquitrabe

está en peligro grave. Nadie sabe

porqué es así, pero lo dicen.

Hay quien vive diciéndolo desde hace veinte años.

Hay quien habla también del enemigo:

inaprensibles seres

están en todas partes, se insinúan

igual que el polvo en las habitaciones.

Y hay quien levanta andamios

para que no se caiga: gente atenta

(Curioso que en inglés scaffold

signifique a la vez andamio y cadalso).

            Es el poema de Jaime Gil de Biedma “Andamios para las ideas”, un título que utilizó Adolfo Muñoz Alonso para un escrito que quería ser un apoyo a las ideas del régimen franquista en su momento. Un poema irónico con el arquitrabe como elemento misterioso y que hacía referencia al régimen de la dictadura y que en esa referencia ambigua pasa inadvertido al censor. Goytisolo decía que cuando no hay libertad política, todo es política, y por ello el arquitrabe se convertía en signo y referente misterioso de la salvación que era capaz de superar la censura de su tiempo.

La seguridad y el andamio.

            Pero ahora el poema de Gil de Biedma me viene al recuerdo por un tema más prosaico, por el andamio convertido en imagen ciudadana, asumido como una parte más del edificio de Servicios Múltiples de Ciudad Real. Hace ya años, un problema de seguridad en alguna parte de la fachada llevó a adoptar la medida de colocar un andamio en la parte inferior y una malla azul cubriendo toda la fachada del edificio. Probablemente sería buena la reflexión sobre la seguridad y las medidas que se adoptan en ocasiones para corregir determinados problemas. La seguridad es elemento esencial y debe ser compromiso de todos en las actuaciones de nuestra vida, pero debe tener elementos de racionalidad en los medios que se adoptan y en la capacidad que tenemos de corregir los posibles efectos negativos de algunas actuaciones.

            El resultado es que se colocó un andamio en la parte baja de toda la fachada lateral y zona de entrada del edificio del Servicios Múltiples con una malla de protección de color azul que, con el paso de los años, se ha convertido en fachada del edificio identificando su presencia en la ciudad. Un andamio y una malla que crean una imagen de deterioro del edificio, de provisionalidad y dificulta el paso de los peatones por la calle que atraviesan por debajo del mismo con unas protecciones que se han ido deteriorando o desapareciendo con el paso del tiempo. Un paso con condiciones de seguridad deficiente para determinadas personas que obvian su paso haciéndolo por la acera contraria y que dura ya demasiados años. La imagen aérea de Ciudad Real que puede verse en Google muestra la mancha azul del edificio, ya parte de la imagen de la ciudad.

El coste de las actuaciones y sus remedios.

            En diferentes ocasiones se anuncia su retirada. En 2014 se decía en la prensa: “Ya forman parte del paisaje urbano de la ciudad. Los andamios de la fachada lateral del edificio administrativo de Servicios Múltiples, en la calle Tinte, llevan alrededor de cinco años instalados con un coste mensual estimado para las arcas públicas, en concepto de alquiler, de 5.000 euros. Existe el compromiso de la administración regional de volver a sacar a concurso el pliego de condiciones técnicas, a punto de firmarse, de las obras de rehabilitación de la fachada del inmueble con el compromiso de que estén concluidas para el próximo mes de junio y, por fin, los andamios retirados”.  Pero llegaron las elecciones en 2015 y el andamio continuaba en su mismo lugar como parte estable de la fachada del edificio. Son ya siete años de andamios y mallas protectoras en la fachada del edificio, no sabemos si pagando ocupación de vía pública aunque nos tememos que no. Ahora parte de la lona, suelta de sus fijaciones, ondea al viento en muchas de sus zonas.

Los costes y los anuncios.

            Desde que los servicios de la Administración del Estado se trasladaron al antiguo edificio sede del Banco de España, en el nuevo edificio construido en el inicio de la carretera de Porzuna, el edificio administrativo de Servicios Múltiples está siendo gestionado por una Comisión Económica. En ese momento se volvía a anunciar que, en junio, podría estar terminada la obra de la fachada y los andamios retirados poniendo también fin a un desmesurado gasto que podría sumar ya la nada despreciable cantidad de 300.000 euros decían diferentes medios informativos.

            De nuevo se anuncia ahora en 2016 que se inicia el expediente administrativo para poder quitar los andamios del edificio de Servicios Múltiples en el primer trimestre del 2016 aunque ese trimestre ya ha pasado y los andamios siguen presentes, vigilando por la seguridad del edificio. Parece ser que los presupuestos están comprometidos y será Fomento quien asuma los gastos. Algún sindicato evalúa ahora el coste anual de los andamios en 17.000.

            La verdad es que no deja de ser una historia curiosa del funcionamiento administrativo en diferentes aspectos: las medidas adoptadas en aras de la seguridad, el mantenimiento largo tiempo por problemas administrativos y el mantenimiento de una infraestructura que tiene un elevado coste durante años ocupando la vía pública y generando serios problemas para el uso ciudadano. Ahora parece que podremos ver cómo se retiran los andamios en unos meses. La primavera debería acompañarnos en este tránsito de mejora urbana, humilde pero necesaria.

            El poema de Gil de Biedma.

Son pequeñas historias que se desarrollan en la ciudad y condicionan su imagen, la vida de muchas personas y son demostraciones de nuestras capacidades de resolver problemas sencillos, en apariencia, pero que recaban habilidades administrativas y presupuestos poco lucidos.

            El poema de Gil de Biedma acaba con la estrofa: “Uno sale a la calle y besa a una muchacha o compra un libro, se pasea, feliz. Y le fulminan: Pero cómo se atreve? ¡El arquitrabe!”. Esperemos que el andamio (el cadalso), nos permita transitar por esta calle con otra perspectiva en los próximos meses.