IH 8 DE LAS SERRERIAS BELGAS AL MEDIALAB

 

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DE LA SERRERÍA BELGA AL MEDIALAB.

                El edificio de las antiguas Serrerías Belgas, situado entre las calles Cenicero y Alameda, cerca del Paseo del Prado, es uno de los pocos ejemplos de arquitectura industrial que perviven en Madrid, una vieja fábrica para tratamiento de la madera. El año 1840 se fundó la Sociedad Belga de Fincas Españolas, que fijó su sede en un espléndido solar al final de la calle de Atocha que había estado ocupado anteriormente por un convento. Poco después se inauguró la Estación de Atocha, lo que favoreció la prosperidad de esta empresa. En ese momento adquieren los montes (Cabeza de Hierro) que pertenecían al Monasterio del Paular y constituyen la Sociedad Belga de los Pinares del Paular.

                En 1863 se ampliaron las construcciones iniciales, que sufrieron numerosas reformas y cambios durante los primeros años del siglo XX, hasta llegar al edificio actual.  Esta Sociedad fue el antecedente de la actual propietaria del “Pinar de los Belgas” en Rascafría: la Sociedad Anónima Belga de los Pinares del Paular, que en su web conserva recuerdos de aquellos tiempos lejanos en que la industria maderera se encontraba en la madrileña calle de Atocha (http://www.maderaspaular.com/). En la fotografía del stand de la exposición de los años veinte aparece el rótulo Sociedad Belga de los Pinares del Paular, Casa fundada en 1840, Atocha 153 y 155. El edificio original de los años 20 estaba formado por dos grandes naves de estructura de hormigón (Alameda y cenicero) una con tres plantas y la otra con dos, con una fachada más próxima a lo residencial con un ritmo regular de huecos, obra del arquitecto Alvárez Noya.

                Después de la guerra se fueron ampliando las instalaciones con la compra de nuevos terrenos. La idea fue rentabilizar la propiedad con la construcción de algunos comercios y viviendas y finalmente se construyó fue un hotel, el Hotel Mercator, finalizado en 1954. Esta fue la sede de la fábrica hasta los años 70 del siglo XX, la actividad se fue reduciendo poco a poco hasta quedar las naves casi abandonadas y, en el año 2000, se vendió el hotel. En su lugar se construyó el moderno Hotel Paseo del Arte, que fue inaugurado en 2002 en el actualmente nº 123 de la calle de Atocha.

                Las naves de las antiguas serrerías fueron adquiridas por el Ayuntamiento y poco después nació el proyecto de rehabilitación para convertirlas en una de las sedes de la INTERMEDIAE, centro de arte dedicado a la Creación contemporánea y a las últimas técnicas de expresión artística. Tras el grave incendio de una Subestación Eléctrica de Unión Fenosa en el mes de julio de 2004, que estaba situada entre las serrerías y la antigua Central Eléctrica de Mediodía -hoy convertida en el Caixa-Forum- , lo único que quedó fue un gran solar. Poco después del incendio, la medianería que se asomaba a dicho solar fue cubierta con un mural de lona que invitaba a leer el capítulo XXXIX del Quijote como protección de las naves de las antiguas serrerías.

                En  la calle Alameda, se conservaba el rótulo que informaba que ahí estuvieron los viejos ALMACENES Y TALLERES MECÁNICOS. Una verja y un pequeño patio-jardincillo con un árbol en su centro, separaba las naves del hotel. Al fondo, la calle Atocha por la que se llega a la de Cenicero donde se encuentra la fachada que anuncia MADERAS DEL PAÍS Y EXÓTICAS. La antigua entrada a la fábrica por la Calle Cenicero nº 8 anuncia TALLERES Y PINARES PROPIOS. Unión Fenosa cedió el solar al Ayuntamiento, para zona verde, la subestación fue trasladada y reconstruida bajo la Cuesta de Moyano y el solar se convirtió en la nueva Plaza de las Letras, inaugurada en abril de 2007. La medianería ahora se recubre con unos paneles ondulados de metal, recuerdo del pasado industrial de la zona. Bajo la plaza se instaló el Medialab-Prado, un programa del Área de Las Artes del Ayuntamiento de Madrid relacionado sobre todo con la nueva cultura digital, como adelanto a la futura Intermediae.

                El edificio de la serrería belga tenía una estructura de hormigón de secciones importantes que tenía una gran altura con un hueco interior comunicando sus diferentes plantas. En ese espacio interior las sierras de cinta utilizadas en muchas carpinterías hasta fechas muy recientes y la maquinaria para el trabajo de la madera. El año 2007 se falló el concurso de ideas para la “adecuación de la antigua serrería belga” y convertirlo en el centro Intermediae-Prado, resultando ganador el proyecto “Street Fighter”, de los arquitectos María Langarita Sánchez y Víctor Navarro Ríos, que quieren buscar un equilibrio entre lo que el edificio ha sido y lo que será. El viejo edificio conservará su estructura y “la memoria del pasado se mantendrá como un punto y seguido…El carácter que el uso de la serrería dio al edificio, su maquinaria específica, todo será recubierto con una pátina de resinas que congelará en el tiempo lo que la serrería fue hasta esa fecha para poder reescribir encima lo que el edificio puede llegar a ser”. “La Serrería vs La Cosa es un formato de coexistencia que, a modo de combate dialéctico, ha permitido habitar más allá del concepto convencional de rehabilitación el espacio intermedio que quedaba entre ambos contrincantes. Una coexistencia de contrarios que ha permitido pensar la región intermedia entre interlocutores no como un producto consumado sino como un proceso abierto, versátil y activado por los usuarios” (http://www.langarita-navarro.com/project/intermediaeprado/). El edificio original, formado por dos naves de hormigón, se ha conservado íntegramente —con reparaciones puntuales— y sobre él se ha posado La Cosa, nombre que define a un alienígena del siglo XXI que contiene “todo el material nuevo” que necesitaban incorporar. El corazón de La Cosa es el conducto que une las dos naves, una crisálida textil suspendida por tensores de metal. A partir de ahí, sus tentáculos se extienden por todas las estancias llevando la ventilación y el sistema de cables que asegure las conexiones necesarias en un centro tecnológico.

                La austeridad está siendo buena compañera de la rehabilitación de los edificios industriales. Se ha mantenido la esencia de lo construido y su carácter industrial inicial con una consolidación, la introducción de un elemento intermedio de comunicación entre dos partes edificadas y pequeños elementos de madera en los accesos. Las separaciones con marco metálico y mallas con grandes perforaciones dejan acotados los espacios y visibles desde el exterior sin crear divisiones innecesarias. El cuerpo central que queda colgado con una arquitectura que recuerda a los grandes pórticos de hormigón del edificio antiguo se reviste interiormente de modernos materiales con colores llamativos marcando también la actualidad de la intervención. Un equipamiento de austeridad espartana llena el especio de los tableros de trabajo y los asientos imprescindibles para la actividad del espacio. La Nave “Alameda” se destina a talleres y la “Cenicero” a conferencias y cantina.

                En abril de 2013 se ha inaugurado el edificio que recupera ahora su vida con una nueva actividad. MEDIALAB se concibe como un laboratorio ciudadano de producción, investigación y difusión de proyectos culturales que explora las formas de experimentación y aprendizaje colaborativo que han surgido de las redes digitales. En la planta baja dos de las sierras de cinta de la antigua carpintería recuerdan el uso que tuvo anteriormente el espacio. Sus objetivos son: habilitar una plataforma abierta que invite y permita a los usuarios configurar, alterar y modificar los procesos de investigación y producción, sostener una comunidad activa de usuarios a través del desarrollo de esos proyectos colaborativo y ofrecer diferentes formas de participación que permitan la colaboración de personas con distintos perfiles (artístico, científico, técnico), niveles de especialización (expertos y principiantes) y grados de implicación. (http://medialab-prado.es). Un buen uso para un edificio industrial con una ubicación central en la ciudad.

COAM. Arquitectura de Madrid. Madrid 2003.
http://www.esmadrid.com/intermediaeprado/pdf/plano_street_fighter.pdfInformación de: http://artedemadrid.wordpress.com/2009/01/29/serrerias-belgas/