B5 COOPERATIVA VIRGEN DE LAS VIÑAS (BODEGAS CLM 5)

395 V VIÑAS grande

 

COOPERATIVA VIRGEN DE LAS VIÑAS.

(B4 BODEGAS CLM).

            La fotografía de Eduardo Matos que presenta el edificio de la “Redonda” de la cooperativa Virgen de las Viñas nos habla de los orígenes de esta bodega y de los procesos artesanales de trabajo de aquella época. Una imagen de mediados del siglo pasado con los carros tirados por animales que llevan la uva a la bodega. Una construcción circular que deja acercarse a diferentes carros en su perímetro que descargan la uva en los lagares en los que se divide la forma circular, en realidad poligonal. Este espacio se cubre con estructuras de hormigón armado pretensado que tienen, en el interior del mismo una especial belleza y que hoy en día se ha convertido en un museo donde se presentan los elementos del trabajo de esta época. La imagen con el terreno vacío de su parte delantera y el cielo claro en el fondo subraya la fuerza de la construcción y su soledad en medio del paisaje.

            Las imágenes que se conservan del montaje de esta zona de la Cooperativa con los andamios de madera y los operarios subidos en las zonas altas de la misma nos hablan de otros tiempos de la construcción y de otras formas de trabajo que apenas tienen cincuenta años de historia pero que suponen transformaciones esenciales.

            Una cooperativa nacida en 1961 con 17 socios que, en la actualidad, cuenta con 2.000. Los cultivos de donde llegan las uvas a la bodega tienen 23.000 hectáreas es decir cerca del 5% del total de Castilla-La Mancha, de los que llegan 198 millones de Kilos de uva, que sirven para elaborar 150 millones de litros de vino y de mosto por campaña. Uvas blancas de las variedades airén y macabeo que han incorporado también las variedades sauvignon blanc y chardonnay y tintas de las variedades tempranillo, garnacha, cabernet, moravia, tinto velasco, merlot y syrah.

            Posteriormente, a medida que la cooperativa crece, surgirán las naves de planta rectangular con cubiertas también de elementos de hormigón prefabricado que en su repetición lineal a intervalos regulares van creando espacios interiores de gran atractivo. En estas naves se situaban en sus inicios las tinajas de barro o de hormigón para almacenar y cuidar el vino.

Una nueva estructura.

            La actualidad ha cambiado radicalmente el funcionamiento de la cooperativa por la cantidad y calidad del vino que se elabora. Para esto hacen falta unas instalaciones con una capacidad técnica y organizativa de primera calidad y las actuales instalaciones de la Cooperativa Virgen de las Viñas tienen estas características. Las grandes playas de aparcamientos permiten la llegada ordenada de los vehículos con la uva, que accederán a los 12 muelles de descarga para la preparación del vino blanco. Allí se pesarán y, por gravedad, caerán a las zonas de primer tratamiento de limpieza y estrujado. En esta zona, la uva entra en el proceso mecánico que se realiza en una planta subterránea y de la que el mosto sube por tuberías que lo elevan a otro gran espacio donde están las prensas que obtendrán el mosto natural, la flor, y a través de prensas continuas el mosto de segunda calidad. Desde allí pasará  a los depósitos donde se realizará la fermentación controlada manteniendo la temperatura y condiciones adecuadas. La imagen de los dos grandes espacios construidos, de planta rectangular, con los doce muelles de descarga y el que contiene las grandes prensas, separadas del exterior por una malla abierta, es la de un espacio industrial tecnificado, organizado y proyectado, en base a parámetros de normalización y control.

            Desde allí el mosto debe pasar a los depósitos de fermentación controlada donde las condiciones de temperatura y el seguimiento minucioso del proceso deben garantizar la calidad final del producto. Los 65 depósitos de 1,7 millones de litros nos vuelven a dar una idea de las dimensiones de la producción de esta Cooperativa. Los depósitos con camisa exterior o con serpentines internos tienen la tecnología adecuada para garantizar una excelente producción. En otro extremo de las instalaciones están los muelles de descarga para el tinto con sus prensas neumáticas Marzola y depósitos que utilizan el método Ganímedes.

            Las primeras naves de  la cooperativa, con sus estructuras de hormigón pretensado en las cubiertas a dos aguas,  albergan ahora los depósitos de acero inoxidable creando así espacios en los que conviven las estructuras de hormigón de los años sesenta con las tecnologías actuales en un diálogo que habla de la unión de la tradición y la modernidad en las técnicas y en los cuidados del vino. Para ello ha sido necesario bajar el nivel de estos espacios para permitir la altura y capacidad de los depósitos de acero inoxidable.

            La bodega ha completado sus instalaciones actuales con una planta de embotellado, totalmente mecanizadas, con dos líneas de trabajo capaces, una de ellas para 3.000 botellas hora y otra para 10.000 botellas hora. Un edificio moderno, renovado, con un aula y sala de catas para 60 personas que habla también de la voluntad didáctica y social de la bodega. En el sótano de otro edificio se ha construido una sala de barricas con 4200 barricas de roble francés que cuida el envejecimiento del vino y su calidad posterior. Un espacio de grandes dimensiones en el que las condiciones subterráneas contribuyen a mejorar el funcionamiento de temperatura y humedad del espacio. Las barricas recogen, en esa costumbre de las bodegas, las firmas de los visitantes ilustres a las instalaciones, dejando también así el testimonio del paso de los años.

Convivencias de antiguas y nuevas arquitecturas.

En una superficie de 140.000 metros cuadrados las instalaciones de la bodega, que ya han cumplido su primer medio siglo, conservan las arquitecturas y las instalaciones antiguas conviviendo con las modernas. La “Redonda”, esa construcción circular  de estructura de cerchas de hormigón que se van situando como radios de la estructura se ha convertido ahora en un museo de materiales antiguos. Un modelo de arquitectura industrial de mediados del siglo pasado de especial interés por su tipología y por su sistema constructivo. Las naves de la primera etapa de la cooperativa, los espacios que conservan las antiguas tinajas, conviviendo con las nuevas instalaciones de fechas recientes son elementos a valorar como testigos de la evolución de esta importante cooperativa. El tiempo se hace visible en cada uno de los espacios que almacenan el vino y la sabiduría de décadas de actividad y esfuerzo. En estas instalaciones se hace posible aquello de leer el tiempo en el espacio, de recorrer medio siglo de tecnologías que ahora miran hacia el futuro.

            La Cooperativa Virgen de las Viñas tiene unas instalaciones que han sabido recoger lo mejor de la producción industrial en lo que supone de organización, eficacia y gestión, en las que se une la tradición de nuestras bodegas con la necesaria calidad que se demanda  a nivel mundial. El mantenimiento de estructuras y arquitecturas de su etapa inicial, conviviendo con las nuevas construcciones, puede y debe ser un atractivo más de sus excelentes instalaciones, apreciado por sus usuarios y visitantes. El Museo de pintura, recientemente inaugurado, completa la visión de una cooperativa que busca también su proyección cultural y su vertiente de ayuda a otros sectores desde su actividad de producción de vino y aceite de calidad.