B6 BODEGAS DE PAGO (BODEGAS CLM6)
VINOS DE PAGO. (BODEGAS CLM 6)
La denominación de origen Vinos de Pago trata de amparar a vinos singulares, nacidos de una estrecha relación entre viña y bodega, que cuentan con una calidad excepcional reconocida tanto por especialistas como por el consumidor. Una denominación que se inicia en el año 2000 en Castilla-La Mancha para fomentar la calidad de los vinos de la región. Así, una finca con sus viñas y su bodega correspondiente, siempre y cuando cumplan una serie de requisitos muy estrictos, podrá ser una denominación de origen en sí misma. La legislación admite la posibilidad de que una denominación de origen consista en el nombre de un lugar o pago vitícola que, por las características del medio natural, por las variedades de vid y sistemas de cultivo, produzca uva de la que se obtengan vinos de calidades distintas y propias mediante modalidades específicas de elaboración.
Las bodegas deben contar con una trayectoria consolidada y haber merecido, de forma reiterada, durante los últimos años altas calificaciones y un reconocimiento público de la calidad de sus vinos. El nombre del pago estará exclusivamente ligado a los vinos protegidos por la denominación y no a otros productos vitivinícolas que puedan producirse también en estas bodegas. Para la concesión de estas denominaciones, las bodegas deberán justificar una estrecha relación viña-bodega; una calidad excepcional reconocida tanto por especialistas (premios, menciones) como por el consumidor, contar con variedades adecuadas, técnicas de cultivo y recolección esmeradas; técnicas enológicas que consigan la máxima expresión del potencial varietal y presentación esmerada.
Con estas condiciones existen en la actualidad ocho denominaciones de origen en Castilla-La Mancha, dos en la provincia de Albacete en el municipio de El Bonillo, tres en la provincia de Ciudad Real en Retuerta del Bullaque, Malagón, y Manzanares, una en Cuenca, en Huete y dos en la provincia de Toledo, en Malpica del Tajo y La Guardia.
El Bonillo.
Las llanuras de El Bonillo, con cultivos de cereal, leguminosas y amplias zonas de pastos, constituyen un ecosistema idóneo para el desarrollo de las aves esteparias. Una zona con importantes lugares de abutardas y sabinares. En este espacio natural singular se han construido dos grandes bodegas en dos fincas próximas que ya mencionaba Madoz como Finca Gijoso (hoy en día Guijoso) y Elez: las bodegas Sanchez Muliterno y las de Manuel Manzaneque. En 1985 se plantaron las primeras viñas en la Finca El Guijoso, con la finalidad de producir uvas de alta calidad para elaborar grandes vinos. En esta bodega se realiza la técnica de maceración del mosto en frío para la vinificación de vinos blancos antes de su fermentación en barricas nuevas, lo que ha supuesto un aumento en la calidad del Divinus. Otra innovación es la vendimia totalmente realizada a mano. Toda la producción de la bodega Pago Guijoso es Vendimia Seleccionada.
Manuel Manzaneque, dedicado durante muchos años al teatro, adquirió la Finca Elez en El Bonillo plantando 35 hectáreas de viña. La primera vendimia se realizó en 1992. Desde 2002 tiene categoría de D.O propia siendo, junto a Dominio de Valdepusa de Malpica de Tajo, la primera bodega en obtener esta categoría. Producen vinos monovarietales como el Manzaneque chardonnay, fermentado en barrica, o el syrah y otros, resultado del ensamblaje de varias uvas.
Bodegas de Ciudad Real.
En la provincia de Ciudad Real hay tres bodegas con la denominación de pago: Pago Dehesa del Carrizal en Retuerta del Bullaque, Pago Casa del Blanco en Manzanares y Pago Florentino en Malagón. La finca Dehesa del Carrizal está enclavada en los Montes de Toledo, en los términos municipales de Retuerta de Bullaque y Navas de Estena. El suelo donde se cultiva el viñedo es arcilloso, con gran cantidad de guijarro en superficie, situado a casi 900 metros de altitud. La bodega se construye en un promontorio que domina el viñedo inicial, integrándose muy bien en el paisaje, cuenta con más de 1.500 metros cuadrados para la vinificación y crianza de la producción de la finca cuyo viñedo ha tenido varias ampliaciones en años posteriores.
En Manzanares, con unas espléndidas instalaciones, Pago Casa del Blanco tiene un cultivo de viñedo especialmente cuidado y una producción de especial calidad en sus diferentes variedades embotelladas. Pago Florentino, en un espacio próximo a Malagón, tiene sus viñedos y su bodega en la ladera de la montaña con el fondo del paisaje rocoso que se eleva por encima de sus instalaciones. Tres bodegas que evolucionan en la presentación de sus vinos de calidad con diferentes variedades.
Malpica del Tajo, La Guardia y Huete.
El señorío de Malpica existe ya en el 1253, vinculado a Ortún Ortiz Calderón. Malpica fue cabeza de este señorío. La Finca Casa de Vacas situada en Malpica de Tajo es propiedad de la familia Griñón desde 1292. Posee una finca de 42 hectáreas y un conjunto de antiguas edificaciones que se han remodelado y adaptado para su nueva actividad. Carlos Falcó ha conseguido su propia denominación de origen, Dominio de Valdepusa. La bodega se inauguró en 1995. Tras años de producir tintos sobresalientes bajo la etiqueta de Vinos de la Tierra, la administración regional concedió a la finca toledana de Malpica la denominación de origen Dominio de Valdepusa, garantía de máxima calidad y control. En 1974, introdujo en España las variedades de uva cabernet sauvignon y merlot, que posteriormente extendió a la chardonnay, petit verdot y syrah. El empleo de modernas técnicas de viticultura permite la insolación uniforme y consecuente maduración simultánea de los racimos, base de la alta calidad de los vinos de Valdepusa. Aunque la bodega y la casa familiar se asientan en edificios del siglo XVIII, el Marqués de Gríñón dispone en ellas de las más modernas instalaciones que se han ido completando y mejorando año a año.
En La Guardia, viñedos cuidados y mimados en sus mínimos detalles llegan a la bodega de Pago de La Guardia para producir excelentes vinos con una cuidada presentación y un diseño de todos sus elementos de especial calidad. En Cuenca, en Huete, Pago de Calzadilla ha ido construyendo unas instalaciones en las que cada detalle ha sido diseñado con especial cuidado. Los viñedos avanzan en las zonas del entorno conquistando las pequeñas elevaciones próximas.
Vinos de una especial calidad, con superficies en torno a las cuarenta hectáreas (cada bodega) que cuidan especialmente sus variedades, su cultivo y recolección y la elaboración de vinos de primer nivel que se introducen en los mercados de la región y conquistan mercados nacionales e internacionales.