ARTE EN ESPAÑA 3 (1982-2015)

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ARTE EN ESPAÑA 3 (1982. 2015)

            El relato que se tejió acerca del carácter y la actitud de los artistas de los años ochenta premió una visión individualista que partió de la actitud de muchos creadores de ese momento. Barceló, por ejemplo, se hacía heredero de una narración individualista del artista. Sin embargo una parte también importante de las prácticas creativas de los años ochenta se resolvieron por caminos grupales, asociativos y colaborativos.

Quimeras y resistencias.

            El arte se había definido desde tres ejes fundamentales: la autoría, la plusvalía y la estetización, criterios puestos en tela de juicio por autores como Foucault, Barthes o Benjamín. En este contexto surgen en diferentes lugares del país colectivos como el Espacio P en Madrid, el Grupo Inicio, el Laboratorio de la Luz en Valencia, el colectivo Libres para siempre en la Facultad de Bellas Artes de Madrid o el colectivo Mestizo en Murcia.

            En 1983 el ministro Solana pide ayuda a la Asociación de Artistas Plásticos para reconducir el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Martín Chirino será su presidente con una junta en la que estaban Calvo Serraller, Canogar, Lucio Muñoz, Genovés, Tomás Marco, Martin Patiño y otros artistas de diferentes ámbitos. En 1985 comenzó la I Muestra de Arte Joven impulsada por el Instituto de la Juventud y en San Sebastián Arteleku articuló un modelo transversal de colaboración dando la posibilidad de presentar sus trabajos a numerosos colectivos y grupos. Comienzan a hacerse presentes intervenciones en el espacio público como muestras de un cierto activismo. El espacio público y las intervenciones en el mismo fueron el lugar para la actuación de diferentes intervenciones algunas de ellas aparentemente lúdicas pero no por ello menos políticas. La obra de López Cuenca se hace presente de diferentes maneras, a principios de los noventa con sus actuaciones en soportes publicitarios con mensajes inesperados.

            En 1990, Dionisio Cañas organizaba en Cinco Casas su intervención con la verbena y las vaquillas y la presencia de Agustín Parejo School, Libres para siempre, Equipo Límite y otros colectivos. La consolidación del “feminismo de Estado” durante los años ochenta, en especial alrededor de los primeros gobiernos socialistas, es una cuestión importante para entender el marco en el que se desarrollaron muchas de las dinámicas de homologación femenina. La cultura aparece como vertebradora de igualitarismo y normalización ciudadana. En 1990 Simeón Sainz Ruiz presentaba en la galería Fúcares su proyecto Masculino- femenino.

Performance, video y medios electrónicos y digitales.

            La performance española de los años setenta tuvo la oportunidad de hacer política. Un concepto que se transformará a lo largo de las décadas siguientes. Y junto a ello el video que al lado de la fotografía lograría un nivel importante de penetración en los medios artísticos en la década de los noventa. En San Sebastián se organizaba el I Festival de Video en 1982 donde se presentaron instalaciones como la de Isabel Herguera y Mikel Arce. En 1986 Paloma Navares promovía la muestra Procesos, cultura y nuevas tecnologías en el museo Reina Sofía y en 1985 el Círculo de Bellas Artes albergó los Encuentros en torno al video. En 1987 se celebraba en el museo Reina Sofía la exposición: La imagen sublime. Video de creación en España 1979-1987. Los medios electrónicos y digitales abren nuevos campos de experimentación y de presencia. Desde el video o desde la videoinstalación diferentes autores exploraron las posibilidades de la electrónica o la computación como Aldekoa o Herranz.

Arte y espacio público.

            Las direcciones que tomaron las políticas artísticas en relación con el paisaje urbano en la década de los ochenta  no pueden entenderse sin apreciar con detalle el marco derivado del papel que el espacio público, especialmente el urbano, desempeñó en el relato de los nuevos responsables políticos. El monumento entendido como recuerdo de hechos o personas relevantes de la sociedad vuelve a tener cabida en el espacio de la ciudad. En Barcelona artistas como Tapies, Brossa, Palazuelo, Chillida o Lichenstein presentan piezas ejemplares que trataban de reducir el déficit de contemporaneidad de la ciudad, en opinión de Bohigas. Y junto a ello surgirá el que se ha denominado por algunos autores el “arte de la rotonda”, la ocupación de espacios urbanos importantes de la ciudad con piezas interesantes en algunos casos o pretextos de artistas locales en muchos otros para hacerse presentes. Y junto a esa presencia urbana la reivindicación del medio natural y del land art con diferentes aportaciones como las de Eva Lootz o Perejaume.

            La presencia de artistas en espacios naturales singulares confiere a su presencia una significación artística y social especialmente relevante como ocurre con El peine los vientos de Chillida.  Las exposiciones de museos y galerías estuvieron acompañadas de las publicaciones de catálogos y estudios críticos de diferente interés. La década también alumbró la puesta al día de la historiografía artística española gracias a la labor de una serie de editoriales que tradujeron textos esenciales de la historia del arte o publicaron nuevas investigaciones sobre diferentes temas. Es el momento de editoriales como Alianza, Akal, Cátedra, Ediciones del Serbal, Paidos, Siruela, Lunwerg o Gustavo Gili.

Entre la euforia y la crisis.

            Son tiempos de expansión del arte y momentos de crisis también. Son los tiempos de la lluvia de museos de arte contemporáneo. El Museo de Extremadura de Galea conserva el antiguo panóptico de la prisión, en Bilbao es el Gugenheim de Gehry, en León el MUSAC de Tuñon y Mansilla, en Tenerife el edificio de Herzog y en Barcelona el MUSAC de Meier entre otros muchos. Y junto a ello una actividad intensa de colectivos y artistas. El arte se hace presente en la esfera pública en diferentes formas y lugares. Junto a ARCO surge el Madrid abierto con propuestas diversas como el Speculator frente a la Biblioteca Nacional de 2008.

            Es el momento de colectivos como Todo por la praxis que trabaja en diferentes proyectos colaborativos con vecinos, comunidades marginadas como en el caso de la Cañada Real. Colectivos integrados mayoritariamente por grupos de arquitectos jóvenes que combinan la actuación urbana con el equipamiento, la participación y la performance. La exposición no realizada en 2013 por la Dirección General de Relaciones Culturales insistía en que la cultura es un valor esencial de la estructura social y tiene un papel regenerador para trascender la situación económica.

            El libro de Jorge Luis Marzo y Patricia Mayayo, Arte en España (1939-2015), ideas, prácticas, políticas, realiza un recorrido por los últimos 75 años de arte español especialmente atractivo y sugerente porque entremezcla las realidades sociales y políticas con la actividad artística y supera los conceptos tradicionales de arte en sus contenidos y en sus lugares de manifestación. Ya no es sólo la pintura y la escultura sino la música, el cine, el comic, la instalación, el video los que presentan el arte y por supuesto no son sólo los museos y las galerías, es de alguna manera todo lo que nos rodea convertido en objeto estético.