ARQ CR1 FERNANDEZ DEL AMO

José Luis Fernández del Amo, nació en1914 en Valdelandes, El Barraco (Ávila) y falleció en 1995. Arquitecto de la promoción del año 1942, tenía una voluntad constante de la integración de todas las artes en la Arquitectura. Su labor como arquitecto empezó el año 1942, en que se incorporó a la Dirección General de Regiones Devastadas y trabajó en la reconstrucción en las provincias de Aragón, Jaén y Granada. En 1947 ingresó en el Instituto Nacional de Colonización, en el que continuó hasta 1968 y para el cual realizó más de veinte poblados en los que combinó el empleo de recursos sencillos y medios austeros con una gran calidad técnica.

Los pueblos de colonización

Desarrolla los proyectos de pueblos de colonización entre los que destacan los de San Isidro de Albatera (1953, Alicante), Villalba de Calatrava (1955, Ciudad Real), Vegaviana (1956, Cáceres), El Realengo (1957, pedanía de Crevillente, Alicante), Cañada de Agra (1962, pedanía de Hellín, Albacete), La Vereda (1963, pedanía de Peñaflor, Sevilla), Miraelrío (1964, pedanía de Vilches, Jaén). Su obra de Vegaviana (Cáceres), fue conocida en todo el mundo por sus fotografías presentadas en el V Congreso de la Unión Internacional de Arquitectos celebrado en Moscú, en 1958.

Por los proyectos de colonización presentados en la VI Bienal de Sao Paulo (1961) obtuvo el Gran Premio de Arquitectura (compartido con Rafael Leoz). “Nuestra mejor tradición es la de una arquitectura de volúmenes y espacios. Una arquitectura de intimidad acertadamente funcional. Ignoro desde qué fecha se ha perdido este saber hacer […] Tendríamos que preguntarnos qué cosa es esa de la tradición y para lo que sirve”. Su obra en la provincia de Ciudad Real en Villalba de Calatrava está declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de conjunto histórico. Una ordenación global de excelente calidad, con viviendas especialmente diseñadas que crean espacios y perspectivas atractivas y un equipamiento como la iglesia de singular calidad.

El exterior de la arquitectura es para Fernández del Amo  el medio por el cual la misma consigue activar su geografía urbana. El urbanismo es así para el arquitecto un elemento esencial que constituye la premisa fundamental de su arquitectura. La urbanización de sus pueblos crea para las viviendas el entorno más agradable, correspondido con el entorno de mayor eficiencia funcional.

Arquitectura religiosa.

En su otra gran vertiente, la arquitectura religiosa, Fernández del Amo presta especial atención a la configuración desde la abstracción espacial del valor simbólico en su arquitectura, siempre ayudado por la plástica moderna. Destacan en una primera etapa, la reforma de la casa de Ejercicios de las Religiosas Esclavas (1962), la Iglesia Parroquial de Incio de Lugo (1964), el complejo parroquial de Nuestra Señora de la Luz, en Madrid (1967), y la parroquia de Bularros, en Ávila (1973). Durante la construcción de sus edificaciones religiosas, en 1963, es seleccionado arquitecto director del Barrio II en el distrito de Moratalaz de Madrid, y lleva a cabo, en colaboración con los arquitectos V. Rodríguez y A. Soldevilla, una barriada en la zona de «El Palmar» en Murcia (1906). Así se inicia, a partir de este momento, una etapa de mayores colaboraciones. En 1970 crea y dirige el «Equipo 70: Taller de Arquitectura».

Diferentes tesis doctorales han profundizado en su obra. José Manuel del Pozo Municio dirigía la tesis de Débora Bezares Fernández titulada: El papel de Fernández del Amo en el arte sacro de los pueblos de colonización. Un recorrido por la obra de arte sacro de los veintinueve pueblos en los que trabajó Fernández del Amo. Experiencias en las que, como ocurre en Villalba de Calatrava, se hacen presentes grandes artistas del momento en el exterior del edificio o en detalles de la liturgia.

En 1963 la revista  Art d’Eglise publicaba un número dedicado a la renovación de la estética religiosa en España cuya portada era un imagen del interior de la parroquia de la Coronación de Vitoria proyectada por Fisac. El padre Aguilar hacía un recorrido por la renovación de la arquitectura religiosa en España que empezaba con la obra del Instituto Nacional de Colonización y las actuaciones de José Luis Fernández del Amo del que dice: “Arraigado sentido litúrgico, sencillez y autenticidad en el empleo de los materiales y una gran adaptación al medio social popular ha presidido siempre sus numerosas construcciones de poblados e iglesias para el I.N.C”. La revista que recoge en su presentación la capilla del Colegio hispano-americano, presenta también imágenes de la iglesia de Villalba de Calatrava, y de la casa retiro de las Esclavas del Sagrado Corazón. Fernández del Amo construyó un importante número de templos. Espacios parroquiales correspondientes a sus poblados para el Instituto Nacional de Colonización, entre los que destacan los de Belvis de la Jara (1952), Torres Salinas (1951), Vegaviana (1954) y Villalba de Calatrava (1955).

El arte contemporáneo

En 1952 y 1953 dirigió dos cursos en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, el primero sobre “La expresión social y religiosa en el arte y la literatura contemporánea”, que se inició con la lectura de un mensaje enviado por Eugenio d’Ors; y el segundo en el que se analizaba el arte abstracto y que convocó a prestigiosos artistas y críticos de arte del momento y tras el que se fundó el grupo El Paso (1957).

Entre 1952 y 1957 dirigió el Museo Español de Arte Contemporáneo, a cuya fundación contribuyó decisivamente. Durante su gestión se adquirieron obras de los artistas jóvenes que ya destacaban entonces: Vento, Hernández Mompó, Canogar, Saura, Zabaleta, Blasco, Pastor, Chirino, Guerrero, Venancio Blanco, Millares, Lucio Muñoz, Amalia Avia, Chillida, etc.; algunos de ellos componentes del grupo El Paso.

Ya en sus trabajos para el Instituto de Colonización en Granada conoce y entabla amistad con algunos artistas granadinos: los pintores José GuerreroManuel RiveraAntonio Valdivieso y el escultor Eduardo Carretero. Se inicia así un gusto ecléctico por diversas ocupaciones culturales, sin posicionarse en ningún extremo; de la arquitectura a la filosofía, de la pintura a la didáctica arquitectónica, de la música a la literatura, de la edición de libros a la organización de exposiciones.

En la década de 1970 fue profesor de Proyectos Arquitectónicos I en la Escuela de Arquitectura de Madrid, y fundó el Equipo 70 con algunos de sus colaboradores para dedicar más tiempo al ejercicio libre, en funcionamiento hasta que en 1980 redujo su actividad a la colaboración con su hijo Rafael. Fernández del Amo fue académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando a partir de 1990.

La arquitectura para la vida.

Su arquitectura tiene la calidad de la obra que atiende las necesidades de la sociedad con una sensibilidad y belleza especiales. “Sólo hay un arquitectura: la que sirve al hombre. Pero tenemos el deber, la responsabilidad de hacer que ese hombre quiera vivir mejor. Desde fuera y por dentro: desde el urbanismo a la interioridad. Hacerle grato el estar en casa y el salir de ella. Quitar fronteras, chafar orgullos, reducir diferencias: que todo lo que sea recinto de convivencia sea, del mismo modo, el ámbito de su paz”-